Las causas de una pérdida (momentánea) del apetito sexual
Existen varias causas posibles de cualquier cambio en la percepción del sexo cuando una mujer se aproxima o entra en la menopausia:
Lo primero es detectar si padeces alguno o varios de los síntomas descritos. Lo segundo es asumir con naturalidad que lo que está ocurriendo es completamente lógico. Y finalmente lo que se debe hacer es actuar. Porque hay una cosa segura: la vida sin sexo es peor.
Involucra a tu pareja: no es solo cosa tuya
Los problemas sexuales de la menopausia son cosa de dos y se debe involucrar a la pareja. ¿O acaso las consecuencias no afectan a la otra parte también? Es útil que los dos os informéis sobre por qué surgen los síntomas sexuales de la menopausia y cómo ponerles solución. Porque las parejas más informadas al respecto están en una mejor posición para ayudar a las mujeres con menopausia a tratar los síntomas y tener una excelente vida sexual después de la menopausia. ¡Se puede!
Acudid (los dos) al doctor y especialista
Como esto es cosa de dos, es casi obligado que ambos compartáis esta nueva aventura. Y eso incluye también acudir juntos al doctor para consultar los problemas. Un médico es un amigo y hará siempre lo mejor para las dos partes. En este caso, tanto uno como el otro tenéis suficientes motivos para informaros de primera mano y compartir inquietudes.
No busques culpables, solo soluciones
Es normal que durante esta etapa de tu vida te encuentres más irritada de lo normal, pero eso no te debe impedir sentarte y respirar. También en lo relativo al sexo. De nada sirve culpar al otro, sino que lo efectivo es encontrar soluciones. Y esto es algo que atañe (de nuevo) a los dos. Tu pareja también debe saber y comprender que estás especialmente sensible y relativizar cada enfado o mal humor.
¿Un problema físico? Hay remedio
Todos los problemas tienen solución y es el médico quien te va a poner en el camino. Si el verdadero trasfondo es físico (sequedad vaginal, dolor, poco deseo sexual) hay tratamientos que pueden ayudar. Por ejemplo, el estrógeno vaginal o la terapia de reemplazo hormonal. O los geles. Y también puede ocurrir que se hayan debilitado los músculos asociados a la vagina, haciendo que el sexo sea incómodo. Los ejercicios de Kegel estimularán tu suelo pélvico. Como siempre, el médico es tu amigo.
¿Cuestión de estrés? Prueba a fomentar la relajación
Muchas veces no es tanto la pérdida de libido asociada directamente a las hormonas o las molestias físicas de este periodo de tu vida. A menudo la pérdida de apetito sexual se debe a cuestiones mentales. Estás de mal humor, todo te agobia, tienes un estrés que no te aguantas. Lo primero es detectar que es esto lo que realmente te sucede. Y lo siguiente es poner solución. Y lo conseguirás fomentando la relajación. Hay técnicas para ello y la meditación es una de ellas. También hay métodos efectivos para respirar y encontrar así la calma. Y nunca desdeñes esa opción tan maravillosa que es el yoga. Físico y mente al servicio de un renacer sexual.
Volver a empezar, también en sexo
Tómate este periodo como un paso atrás para tomar impulso y dar un enorme salto en tu vida, incluida la sexual. Trabaja con tu pareja, pierde el miedo y empieza de cero si has detectado un problema y quieres encontrar la solución. Naturalidad, sinceridad y determinación son las claves para que todo vuelva a ser igual (o mejor) que antes.