La importancia de las amigas

Aunque te sientas cansadas o con poca energía, no renuncies a salir con las amigas. Siempre volverás a casa con unas dosis de positividad renovada.

¡Cuidado! Esto es un riesgo que debemos evitar: cuanto menos salimos, menos queremos salir. Si a esto le sumamos los malos entendidos que a veces surgen cuando decimos muchas veces “no”, el resultado es que nos sintamos aún más solas.

Sabemos que las personas no podemos vivir aisladas. De hecho la calidad de nuestras relaciones sociales es un factor que predice cómo será también la calidad de vida en nuestra vida adulta. Necesitamos una red social en la que poder apoyarnos y confiar.

Qué nos aportan las amigas

Hablar sobre lo que nos sucede con nuestro círculo de amigas es positivo por muchas razones:

• Al compartirlo con otras personas que están en nuestra misma situación normalizamos lo que nos sucede y nos ayuda a sentirnos comprendidas.
• Nos ayuda a desmontar creencias negativas sobre nosotras mismas y a manejar pensamientos negativos del tipo “no veo a las demás con tantos síntomas” o  “yo lo estoy llevando peor”.
• Cuando te apoyas en otras personas que están pasando por lo mismo creas un espacio en el que compartir y buscar soluciones. ¿Te has preguntado alguna vez qué pensamientos positivos ayudan a tus amigas a afrontar cada día, qué les ilusiona….?
• Sabemos que el ejercicio físico juega un papel muy importante en cómo afrontamos la menopausia. Prueba a formar equipo para realizar alguna actividad física. Siempre te será más fácil motivarte ¡y todas saldréis ganando!
• ¿Te animas a hablar de sexo con tus amigas? Durante la menopausia también aparecen la sequedad vaginal y otros cambios que pueden modificar cómo vivimos nuestra sexualidad. Hablar sobre cómo lo estáis viviendo ayuda a ver la situación desde otras perspectivas.
• Entre tus síntomas, ¿está la incontinencia urinaria? Recuerda que una de cada cuatro mujeres la vivirá en algún momento de su vida, así que es muy posible que en tu grupo de amigas también haya alguien que esté en tu situación. Habla de ello para ver qué tenéis en común y cómo resolver el problema, así conseguirás desdramatizar algo más habitual de lo que pensamos.

En definitiva, cuando compartimos lo que nos sucede con nuestras amigas, aprendemos

• Buscar soluciones
• A no sentirnos solas frente a las dificultades
• A vivir nuestra vida y los problemas con sentido del humor

Seguro que después de una charla entre amigas te sientes con más alegría, energía y positividad para hacerle frente al día a día y a esta etapa de tu vida.

Fuente: Alicia Jiménez, psicóloga