Esta incertidumbre se debe a dos razones. La primera es que la mayoría de las personas no están muy familiarizadas con el suelo pélvico. Y en segundo lugar, que puede ser difícil saber si los músculos están cada vez en mejor forma porque no puedes verlos. No es como si estuvieras levantando pesas y vieras cómo cada vez te cuesta menos hacerlo a la vez que defines mejor tu musculatura. Hacer pesas es un ejercicio de técnica relativamente sencilla, más que los ejercicios de suelo pélvico. No obstante, lo normal sería que si estás haciendo bien los ejercicios de Kegel notarás poco a poco que puedes retener el músculo durante más tiempo a la hora de hacer tus movimientos. Eso es que estás en la senda correcta.
¿Con qué frecuencia deberías hacer los ejercicios de Kegel?
Para poder hacer una precisión aproximada del tiempo que te puede llevar ver resultados, lo primero es acercarnos a la frecuencia con la que haces el ejercicio. La pauta general que aconsejan los especialistas es de 5 a 10 minutos de ejercicios de Kegel por sesión, asegurándote de incluir descansos cortos durante la sesión y un minibreak de 2 minutos a la mitad si estás haciendo 10 minutos en total. Y lo óptimo es hacer el ejercicio al menos 5 días a la semana.
Si dominas la técnica, puedes considerar hacer hasta tres sesiones por día y lo ideal es dividirlas; por ejemplo, por la mañana, al mediodía y por la noche. Más de eso supone correr el riesgo de sobreentrenamiento, lo que puede hacer que tu suelo pélvico se vuelva hiperactivo y pueda causar dolor pélvico u otros problemas. Escucha a tu cuerpo: si sientes que estás sobreentrenando, probablemente estés en lo cierto.
¿Cuándo podrías ver los resultados de los ejercicios de suelo pélvico?
La respuesta tópica (y más certera) es la que probablemente no deseas oír: «Depende». Ya sabes, cada persona es un mundo. Pero sí es posible establecer ciertos parámetros más concretos para orientarte mejor en base a experiencias y estudios. Lo normal es que los practicantes del ejercicio de suelo pélvico comiencen a ver algunos resultados notorios en unos dos meses suponiendo que hagan ejercicio de 5 a 7 veces por semana.
No obstante, ya podrías experimentar ligeras mejorías en apenas unos pocos días, quizá en una o dos semanas, señal de que estás progresando adecuadamente. Por lo general, esa evidencia de progreso comienzan a llegar bastante temprano y la mayoría de las personas advierten alrededor de un 20% de mejora en su función muscular ya durante el primer mes aproximadamente.
Los protocolos de los estudios clínicos indican que tres meses deberían ser más que suficientes para que la mayoría de las personas logren mejoras significativas. Sin embargo, en aspectos como fuerza o resistencia hay ganancias continuas disponibles incluso más allá de ese plazo de 12 semanas.
Si tienes incontinencia de esfuerzo, es posible que se cure solamente después de un periodo de 8 a 12 meses. No obstante, una amplia revisión de artículos científicos realizada en 2014 ya determinó que “el tratamiento de la incontinencia urinaria mediante métodos de entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico produce resultados positivos tanto en la reducción de los episodios de incontinencia como en la mejora de la fuerza muscular a nivel del suelo pélvico”. Es decir, es la terapia que debes seguir.
Recuperación del suelo pélvico: paciencia y persistencia
La regla general es que la mayoría de las personas comienzan a ver resultados en el primer mes y a partir de ahí es muy probable que continuar con una rutina de ejercicios constante durante al menos 3 meses en total (12 semanas) dé como resultado mejoras notorias y notables en el rendimiento y la función de los músculos del suelo pélvico.
Obviamente, hay una serie de factores que pueden influir en la situación, incluida la edad, los detalles exactos de tu régimen de ejercicio, la gravedad inicial de cualquier disfunción del suelo pélvico y otras consideraciones. Pero como punto de partida para las expectativas, este debería ser tu punto de partida.
¿Hay alguna manera de acelerar las cosas?
La respuesta corta es… ¡sí! Como ocurre básicamente con cualquier tipo de ejercicio físico, hacer ejercicio de forma más constante es equivalente progresar más rápido, hasta cierto punto. Pero, como se mencionó anteriormente, muchos fisioterapeutas del suelo pélvico recomiendan no ejercitar más de 5 a 10 minutos por sesión y como máximo 3 sesiones por día.
Otra opción es empezar a integrar movimientos más funcionales en tu rutina de ejercicios. Hacer los ejercicios de Kegel mientras estás acostada o sentada es fantástico, especialmente si estás empezando y necesitas concentrarte realmente para asegurarte de adquirir la técnica adecuada. Pero a medida que te sientas más cómoda y segura con el ejercicio, hacer los ejercicios de Kegel mientras haces movimientos rutinarios puede ayudarte a subir de nivel. Los ejemplos incluyen caminar, subir o bajar escaleras o hacer sentadillas o estocadas mientras practicas los ejercicios de Kegel. ¡Lo notarás y lo agradecerás! Y ya sabes: ante cualquier duda, consulta a tu médico o fisioterapeuta especializado en suelo pélvico. Nadie como un/a profesional especializado para aconsejarte y resolver interrogantes.