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¿Sofocos? Existen otras opciones a parte del abanico

En la menopausia... #RompeConLosMitos!


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Uno de los síntomas más horrorosos de la menopausia son los malditos sofocos. ¿Harta de ellos y del maldito abanico que te deja la mano tonta? Pues toma nota, que hay mejores soluciones.


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De ninguna manera estás obligada a soportar estoicamente los efectos de la menopausia. Y menos los sofocos. Que sufran otros. La actitud es plantarle cara y, por descontado, buscar soluciones. Busca aquellas que mejor se adapten a tus necesidades y mejora tu calidad de vida. Porque te lo mereces.

1. Terapia de reemplazo hormonal

Tradicionalmente, el tratamiento más eficaz para los sofocos ha sido la suplementación con estrógenos y particularmente la terapia de reemplazo hormonal. Debes perderle el miedo porque es una solución de eficacia demostrada si los sofocos y los síntomas de la menopausia te han convertido la vida en un sinvivir. Consulta a tu médico, te dará el mejor de los consejos.

2. Isoflavonas de soja

Te puede parecer una solución hippy, pero nada más lejos de la realidad. La soja contiene grandes cantidades de fitoestrógenos, sustancias químicas que actúan como estrógenos en el cuerpo. Y como la soja es particularmente rica en isoflavonas, éstas unen a los receptores de estrógeno y te puede ayudar a reducir los sofocos. Nada pierdes con probarlo.

3. Cohosh negro

Otro remedio mágico: el cohosh negro es una de las hierbas más populares para tratar los sofocos y otros síntomas de la menopausia. Lo encontrarás en cualquier herboristería. Si lo tomas, se une a los receptores de estrógeno y estimula los receptores de serotonina. Pero al igual que con otros suplementos, consulta con tu médico antes de tomarlo.

4. Dedícate tiempo para ti

Ahora lo importante eres tú. Los sofocos pueden aparecer en cualquier momento del día, pero debes saber que son más frecuentes en momentos de estrés. Las técnicas de reducción del estrés pueden disminuir la frecuencia de los sofocos. ¿Has considerado hacer yoga o meditación? ¿O simplemente salir a pasear y oxigenarte

5. Abandona el tabaco y otros hábitos nocivos

Quizá haya llegado el momento y alguien te lo tenía que decir: deja de fumar. Es una de las cosas que más agrava el efecto y frecuencia de los sofocos. Abandonar el hábito puede ayudarte a reducir la gravedad del síntoma y más: menos riesgo de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y una amplia variedad de cánceres. Y créenos. No es tan difícil. ¡Ama la vida! (incluso con menopausia)

6. Vigila tu peso

Sí, sabemos que es demasiado fácil de decir, pero es que es la verdad. Los kilos de más propician la frecuencia e intensidad de los sofocos. No te dejes llevar y vigila tu peso. No se trata de darte un banquete de semillas ignotas y brócoli, sino de no abandonarse. Seguir una dieta más o menos racional sin tener que renunciar a ciertos placeres que tan felices te hacen.

7. Ten agua siempre a mano

Beber agua fría o rociarte la cara y las muñecas te puede ayudar a enfriar rápidamente el cuerpo durante los sofocos. Considera tomar una ducha fría para bajar la temperatura corporal aún más rápido. Tampoco olvides mantenerte hidratada todo el tiempo. 

8. Un ventilador a mano

Un ventilador es mucho mejor que el abanico porque no refresca solo una parte del cuerpo, sino toda la estancia. Y eso es lo que es efectivo de verdad. Considera la posibilidad de poner un pequeño ventilador por las noches a nivel suave y que no haga ruido para mantener fresca la habitación. Que solo te falta quedarte con los ojos como platos por la noche para querer incendiar la casa.

9. Ante todo, mucha calma

Cómo no entenderlo si eres mujer: la intensidad de los sofocos puede provocar una sensación de pánico que solo conduce a intensificar los síntomas. Mantén la calma, date un tiempo para respirar, busca una toalla húmeda y aumenta la temperatura corporal. Fuera ansiedades.

10. El médico, ese amigo

En tu búsqueda de soluciones, el médico es tu mejor aliado. Entenderá lo que te pasa, podrá evaluar la magnitud de tus síntomas y darte siempre el mejor consejo. Es tu nuevo mejor amigo durante esta época (que, créenos, pasará).

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