Es científico: existe la “fiebre primaveral”
¿La nueva estación te pone inquieta? ¿Te cambia el humor? ¿Saltas a la mínima (para bien o para mal)? No estás sola.
Resulta que la llamada “fiebre primaveral” es una enfermedad real y la mayoría de los científicos están de acuerdo en que se dan importantes y sustanciales cambios psicológicos asociados con el cambio de estación.
Se trata de un estado de ánimo y energía que muchas veces nos sitúa en una montaña rusa emocional. Y no digamos cuando se mezcla con la menopausia. ¿Por qué no aprovechar los momentos altos antes de que lleguen los bajos? No dejes pasar tus momentos de euforia, aprovéchalos para atreverte. ¿Por qué no comprar lencería sexy? ¿O algún accesorio “divertido”? ¿O proponer un plan loco?
Nuestro reloj biológico gira en torno al clima
Según un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, los hábitos de apareamiento de los animales están directamente relacionados con el cambio de estaciones. Es un hecho: estamos en sintonía con nuestros relojes biológicos.
Es como si nuestros cuerpos supieran que las tasas de supervivencia de las crías aumentan cuando el clima es más cálido, la comida es abundante y nadie se muere de frío. Es decir: cuando llega la primavera y llegan esos días suaves, nuestra alarma de apareamiento biológica comienza a sonar.
Dos tercios de las mujeres confiesan que se interesan más en el sexo cuando el clima se vuelve más cálido, y casi tres cuartos aseguran que se sienten más sexys durante las estaciones más cálidas. ¿Por qué desperdiciar este empujón a la autoestima que nos da la primavera?
Canaliza tu energía sexual recién redescubierta y da un impulso a tus relaciones sexuales si ves que se han estancado. Recuerda: la insatisfacción sexual es la causa número uno de los fracasos matrimoniales. Utiliza el cambio natural en las estaciones como un recordatorio para mejorar la vida íntima con tu pareja.
Sales fuera, persigues el contacto
Han sido largos meses de maratones de televisión y conversaciones por móvil. Pero ahora te vuelve a apetecer salir fuera, ver mundo. Este simple hecho ya va a alentar tu deseo de encontrar algo de sexo. Porque estar encerrada no es natural, por mucho Covid que haya.
Como señala la revista Time, los humanos no estamos «diseñados» para estar encerrados todo el día. Nos vuelve locos. Literalmente. Por eso es natural pensar que lo que realmente necesitamos cuando queremos salir de casa es el contacto humano. Visual y sensitivo.
¿Y qué tal salir de casa para aprovechar y hacer unas compras inteligentes? Por ejemplo, alimentos afrodisíacos como el chocolate negro o las ostras. O quizá una ropa interior sexy que te hará irresistible.
La primavera nos pone de mejor humor
La luz y el cambio estacional favorecen la liberación de serotonina, dopamina o noradrenalina, todas ellas sustancias relacionadas con la felicidad y el alivio del estrés.
Cuando estás atrapado en el fragor del invierno observando días grises desde tu ventana, no obtienes la vitamina D que necesitas. Según Psychology Today, ese déficit se relaciona directamente con la depresión. Pero una vez volvemos a la calle y al sol, adquirimos vitamina D y nuestro estado de ánimo mejora. Nos predispone para el afecto, para la sonrisa, para el roce, para el cariño… ¡No lo dejes pasar!