Mitos falsos sobre la incontinencia
Incontinencia
Parecen verdades y muchas mujeres las toman como tal, pero son sólo una demostración de que, hasta ahora, la incontinencia urinaria se ha visto y vivido como un tabú. Te desmontamos cinco 'mitos' que no pueden estar más alejados de la realidad.
1.- Sólo tienen incontinencia urinaria las personas mayores
Una de cada cuatro mujeres sufre de incontinencia en algún momento de su vida, y no tiene que ser precisamente en la tercera edad. Hay momentos clave en los que es habitual: en el embarazo, por el peso del bebé, después del parto (sobre todo si ha sido un parto vaginal complicado o con instrumental), o durante la menopausia, debido a los cambios hormonales. También hay circunstancias específicas que pueden provocarlas, como practicar deportes que requieran impactar contra el suelo (correr o jugar al baloncesto), o tener sobrepeso o estreñimiento.
2.- No tienen cura
La incontinencia se debe principalmente al debilitamiento del suelo pélvico y existen soluciones para paliarlo y reducir sus efectos. Si tienes el mínimo indicio de que tu suelo pélvico no está en condiciones, o se te escapan algunas gotas de orina, debes consultar con un especialista para que valore tu caso. Muchas mujeres necesitarán fortalecer la musculatura con ejercicios regulares de rehabilitación. Para otras, se precisará una intervención quirúrgica. Siempre debe valorar tu caso un especialista. Si un médico te dice que «es propio de la edad» o «que tienes que asumirlo» y lo deja pasar, pide una segunda opinión. En muchos hospitales ya existen Unidades de Suelo Pélvico, un equipo interdisciplinar de especialistas, que revisará tu caso desde múltiples enfoques para indicarte el tratamiento más apropiado.
Desdramatizar el problema y asumirlo es la mejor forma de empezar a solucionarlo
3.- Me van a juzgar
Cuando se tiene incontinencia urinaria, es normal que una se sienta insegura e incómoda, pero nadie va a juzgarte por ello. Como hemos señalado antes, es mucho más habitual de lo que creemos. A una de cada cuatro mujeres le pasa, así que en la próxima reunión de amigas o con la familia, imagina cuántas estarán viviendo tu misma situación. Atrévete a hablarlo con otras mujeres, con tu pareja, tu hija… y sobre todo, con tu médico. Desdramatizar el problema y asumirlo es la mejor forma de empezar a solucionarlo. Recuerda que tomar las riendas de forma activa, te hará sentir mucho más segura de ti misma.
4.- Tendré que dejar de hacer todo lo que hacía antes
Las pérdidas de orina, incluso cuando son abundantes, no implican que tengas que dejar de hacer las cosas que hacías antes. Hay productos específicos para la incontinencia urinaria que te ayudarán a seguir con tus paseos, tu gimnasia, tus citas o lo que quieras. Sin miedos, segura y confiada. Debes ser tú quien controle tus pérdidas de orina y no al revés.
5.- Mis productos de higiene femenina me sirven también para la orina
Las compresas y protege-slip que utilizamos para la menstruación son nuestro referente más cercano en higiene femenina. Muchas mujeres echan mano de ellas cuando empiezan a tener incontinencia. Pero, ¡cuidado!, no están diseñadas para las características propias de la orina:
- Densidad parecida a la del agua, con una capacidad de filtración rápida.
- Ph alcalino, que provoca el desarrollo de bacterias que causan mal olor en cuanto la orina entra en contacto con el aire.
- Acidez que genera irritaciones en la piel al estar en contacto con la orina.
Si tienes incontinencia urinaria y quieres sentirte protegida y segura, a salvo de malos olores y de escapes indeseados, confía en absorbentes que tengan en cuenta estas características, como los que te ofrece TENA Mujer. Utiliza el más apropiado para tu nivel de incontinencia, ¿quieres saber cuál es? Averígualo y consigue aquí muestras gratuitas.