Unidades de suelo pélvico: ¿qué son?
Incontinencia
Hasta hace poco, las mujeres que tenían un problema del suelo pélvico eran tratadas exclusivamente del síntoma que manifestaban. Hoy en día un equipo multidisciplinar de especialistas se ocupa de atenderlo de forma integral.
La medicina, en muchas ocasiones, avanza al ritmo que la sociedad de bienestar le demanda. En este sentido, con el aumento de esperanza de vida de la mujer en el mundo occidental, la atención recibida durante el embarazo, el postparto y la menopausia ha experimentado un mayor protagonismo.
Esto también es aplicable a los problemas de suelo pélvico. Hasta hace bien poco, las mujeres que tenían una afección de esta musculatura solían ser tratadas sin considerarla como un «todo». Por ejemplo, atendiendo a sus pérdidas de orina sin considerar si además la mujer sufría disfunciones sexuales o estreñimiento.
Por esta razón, en la última década, ha ido creciendo la necesidad de responder al alto índice de patologías que se asocian al suelo pélvico desde una perspectiva más integral, que implique a diferentes especialidades. Cuando el suelo pélvico se debilita puede presentar problemas que afecten a la vez al aparato urinario y al genital o al digestivo.
Este es el origen de las nuevas Unidades de Suelo Pélvico, que están empezando a desarrollarse en numerosos hospitales en nuestro país. En ellas, un equipo multidisciplinar, formado por ginecólogos, urólogos, coloproctólogos, fisioterapeutas, matronas, sexólogos… aborda de forma conjunta la problemática de cada mujer.
Generalmente las unidades de suelo pélvico trabajan en dos sentidos:
- Programas de prevención
- Diagnóstico y tratamiento de patologías
La prevención es fundamental, y dado que el daño del suelo pélvico suele iniciarse en el embarazo y el parto, son los equipos de ginecología, fisioterapia y las matronas, los encargados de establecer programas preparto dirigidos a la rehabilitación de la musculatura del suelo pélvico, sobre todo en aquellas mujeres con riesgo añadidos (sobrepeso, embarazo gemelar, añosidad, presencia de pérdidas de orina al comienzo del embarazo…).
La prevención postparto también es clave. Durante el parto, en el proceso del expulsivo fetal, pueden generarse daños por compresión directa a los nervios o roturas de las fibras musculares debido al estiramiento…. Por eso es importante acudir a una valoración de fuerza y resistencia del suelo pélvico, sobre todo en casos de desgarros, episiotomías, fórceps o partos prolongados…
Fuente: Dra. Gema García Gálvez