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Nadie más atractiva que tú

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sentirse atractiva
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Esa eres tú. Aprender a valorar nuestro cuerpo, a pesar de los cambios, sacarle el lado positivo y confiar nuestros miedos a la pareja, ayudará a mantener nuestra autoestima y evitará malos entendidos en las relaciones sexuales.


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Para la mujer es muy importarte sentirse bella y atractiva, porque esto está íntimamente relacionado con nuestro deseo sexual. Muchos de los cambios que se dan en la menopausia a nivel hormonal, físico y psicológico pueden afectar nuestra autoestima como mujeres y en consecuencia en la relación con nuestra pareja.

La sociedad en la que vivimos ya se ha encargado de inculcarnos una excesiva relación entre juventud y belleza. Dos conceptos que nada tienen que ver entre sí pero que tendemos a asociar y a tomar como una verdad obligada en el caso de las mujeres. Y cuando llega la menopausia ¿qué? ¿Hasta qué edad una mujer es joven? A partir de los 30 se empieza a envejecer de manera lenta y progresiva, casi imperceptible, pero con la llegada de la menopausia los cambios se hacen más patentes.

Sin embargo la belleza no tiene nada que ver con la juventud. Su percepción es distinta para cada uno de nosotros. Por eso podemos seguir cumpliendo años y siendo bellas. Y si nosotras nos sentimos atraídas por aquellas formas o cualidades de nuestra pareja que consideramos atractivas, aunque tenga más barriga o arrugas, a nuestra pareja le sucede lo mismo.

Sin embargo, muchas mujeres siguen confundiendo estos conceptos y con los años se sienten menos atractivas. La solución no está en vestirse de manera juvenil o provocativa, sino de buscar nuestro equilibrio y adaptarnos a los cambios.

Encontrar lo positivo de los cambios físicos

Los años van a generar un cambio inevitable en nuestra imagen. Esto no quiere decir que al pasar de los 50 nuestro cuerpo deje de ser bello, sino que sufre variaciones como, por ejemplo el aumento de la capa de grasa alrededor de nuestro abdomen y que cumple una función de protección. Y esto no tiene por qué quitarnos el atractivo como mujeres si somos capaces de variar nuestro concepto de belleza en vez de limitarnos a ver que hemos perdido o ya no tenemos. Es decir, “hay más cambios cultivables que pérdidas recuperables”.

Hablar de nuestros miedos con la pareja

Si no sabemos adaptarnos a los cambios y aceptarlos positivamente, es fácil que nuestra autoestima se vea mermada, y si además escondemos a nuestra pareja nuestros miedos e inseguridades, ésta puede verse perdida. Si nosotras mismas no nos vemos como mujeres bellas, atractivas y deseadas por nuestras parejas, es posible que nos escondamos en la intimidad o limitemos nuestros momentos de contactos eróticos y sexuales. Para nuestra pareja, esta situación crea un gran desconcierto, puesto que no comprende qué es lo que sucede y con nuestra actitud ocultista tampoco ayudamos a que lo entienda.

Para que esto no ocurra, no olvides cultivar tu belleza y tu erótica, de manera que nuestra sexualidad se verá aliviada de la gran carga que supone mantener la juventud. Y habla con naturalidad con tu pareja para que puedas liberarte de tus propios miedos.

Fuente: Natalia Domínguez, sexóloga

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