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Protege tu salud haciendo ejercicio

Actividad física


Protege tu salud haciendo ejercicio
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Andar, correr, montar en bicicleta... Practicar ejercicio físico de forma regular con una intensidad moderada aumenta tu calidad de vida y protege tu salud. Elige la que mejor se ajusta a tu ritmo e intereses y se constante.


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¿Lo has intentado varias veces y no lo consigues? Con el buen tiempo ya no hay excusas para hacer alguna actividad como hacer una caminata, nadar o montar en bici… Escoge la que más te apetezca y establece una rutina diaria que puedas prolongar durante el resto del año. 

La práctica de ejercicio físico regular es una de las mejores estrategias para mejorar nuestro estado de salud. Las personas que realizan más actividad física tienen una mayor esperanza de vida y, sobre todo, disfrutan de una mejor calidad que quienes llevan una vida sedentaria.

Algunos de sus beneficios

  • El ejercicio físico reduce el riesgo de problemas cardiovasculares y previene enfermedades como la diabetes;
  • Ayuda a regular el peso corporal, disminuyendo la grasa acumulada en la zona abdominal,
  • Previene o retrasa el proceso de la osteoporosis, lo cual es muy importante para la mujer.
  • Además mejora el estado de ánimo y disminuye la intensidad de los episodios de ansiedad y depresión.

A pesar de todas sus bondades, en la actualidad más de la mitad de la población española mayor de edad es sedentaria. Y precisamente son estas personas las que más se pueden beneficiar si incrementan sus niveles de actividad física. Según un reciente estudio a lo largo de 8 años de seguimiento en más de 400.000 individuos, las personas sedentarias aumentarían su esperanza de vida en más de tres años solamente con realizar 15 minutos al día (o 90 minutos a la semana) de actividad física.

Ejercicio de intensidad moderada

No sirve solamente con pasear despacio o subir escaleras hasta el quinto, sino que ha de tratarse de una actividad realizada con mayor intensidad, como caminar a ritmo rápido, montar en bicicleta o nadar, así como cualquier tipo de ejercicio, juego o deporte que se practique a intensidad moderada. Cuidado, con los deportes que puedan dañar nuestro suelo pélvico.

La falta de tiempo ya no es una excusa: La salud es lo primero. Prueba a comenzar una rutina en casa o apuntarte a alguna actividad. Algunas sanas costumbres son, entre otras, pasar del ascensor y subir las escaleras en su lugar, ir hasta la siguiente parada del autobús andando a buen paso, o no coger el coche para desplazarte cuando la distancia es un paseo.

En verano, además, puedes practicar muchas al aire libre. Nadar, hacer senderismo o montar en bicicleta (siempre que no la utilices para subir montañas y debas pedalear de pie, lo que implicará un impacto contra tu suelo pélvico) resultan buenas opciones.

Empieza poquito a poco, practicando unos minutos al día, para después aumentar el tiempo gradualmente, e inténtalo al menos algún día de la semana hasta que logres una regularidad. Pronto notarás los beneficios y en seguida agradecerás el esfuerzo realizado, porque te sentirás cada vez mejor.

Fuente: Serafín Murillo, nutricionista

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