Espejito, espejito… ¿quién es la más guapa del reino?
El llamado “trabajo de espejo” es una forma simple y extremadamente efectiva de recuperar o reforzar el amor por tu propio cuerpo. Todo lo que tienes que hacer es ponerte frente a él y observarte. Procésalo todo con absoluta desinhibición, como si fuera otra persona la que te observa: tus curvas, tus manchas, tus pecas, tus surcos… Todo. Tienes que advertir cada detalle sobre ti. Y descubrirás muchas más cosas hermosas de las que quizá creías tener. Puedes comenzar completamente vestida hasta acabar desnuda. Sin miedos ni prejuicios. Solo necesitas cinco minutos al día.
Aprovecha el momento: hazte fotos cuando mejor te sientas
A menudo la percepción que una misma tiene de sí tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo. Si nos sentimos bien, nos vemos capaces de todo. Y eso vale también para la percepción física. Aprovecha un buen estado de ánimo o un momento de euforia para fotografiarte. Ya sea vestida o desnuda. Cuanto más cómoda te sientas contigo misma, más confianza tendrás y más receptiva serás a cualquier estímulo. También los visuales. Un buen “truco” es aprovechar un momento de euforia por cualquier motivo para comprar una lencería sexy y fotografiarte con ella.
Explora tu propio cuerpo
Puede ser simplemente sensual o directamente sexual. Tú eliges. El placer personal es una práctica maravillosa que contribuye decisivamente a aumentar la confianza y es excelente tanto física como mentalmente. Entre sus beneficios probados científicamente podemos destacar que reduce el estrés, libera la tensión, mejora la calidad del sueño, aumenta la concentración, eleva el estado de ánimo, sube la autoestima y mejora la vida sexual en pareja. También te va a ayudar a “redescubrir” tu cuerpo. Si te gusta que te toquen, no tienes por qué esperar a que alguien lo haga por ti. Enamórate de tu cuerpo y ganarás toda la confianza en todas las áreas de tu vida.
Arréglate para ti misma
Uno de los síntomas más evidentes de la baja autoestima es la dejadez para vestirse. Y eso es algo que no puedes permitirte en una edad madura, en la que todavía tienes tantos estímulos que ofrecer. Incluso los estéticos y sexuales. Una buena manera de mostrarte atractiva y sexy desde por la mañana es prestarle un poco de cuidado a lo que te pones. Busca impresionarte a ti misma, no a nadie más. Ese es el secreto. Y otro buen truco: ponte ropa interior sexy debajo de lo que lleves para el trabajo o salir a la calle. Solo tú sabrás lo que llevas y por qué lo llevas, y eso te hará sentir realmente sexy. Y, obviamente, igual de importante es que también te vistas “bien” para ir a la cama…
Utiliza las redes sociales
Las redes sociales se pueden convertir en algo muy nocivo si se hace un mal uso, pero puedes ser extremadamente buenas si se utilizan de la forma adecuada. Podrás ver cuerpos delgados, más rellenitos, sonrisas, arrugas y altos grados de aceptación y autoestima. ¿Tú eres peor que ellas? Nooooo. Ese suele ser el mundo real y no el que se ofrece en los anuncios de televisión o en las fotografías de las marquesinas. Cuantos más cuerpos veas que se parecen a ti, más amor y confianza sentirás por ti misma.
Mejor autoestima, mejor vida sexual
El fin último de practicar el “amor propio”, de quererte más a ti misma, está en reforzar tu autoestima. Y eso tiene enormes beneficios para tu vida: ves tu yo auténtico, te ayuda a tomar mejores decisiones, adquieres mejores habilidades sociales, te ves capaz de ayudar a los demás, afrontas nuevos y mejores retos, te aleja del estrés y la depresión, adquieres una mejor salud mental y reactiva tu vida sexual. Si tu autoestima es la adecuada, inmediatamente enviarás un mensaje subconsciente: eres capaz de complacer y de ser complacida.
Reto: Mírate desnuda en el espejo y concéntrate en lo que más te gusta de tu cuerpo.