¿Sabías que cerca de la mitad de ellas jamás acudirán a un especialista para tratar sus incontinencia urinaria? En muchos casos será por miedo o vergüenza, en otros tantos, por falta de información. Tan es así que las guías y sociedades médicas recomiendan incluir en la historia clínica de una revisión rutinaria las preguntas:
¿Ha perdido alguna vez orina de forma involuntaria? Si es así, ¿se asocia a un esfuerzo como toser, reír, correr? o ¿puede perder orina tras sentir un deseo urgente de orinar? o ¿necesita acudir al baño de forma frecuente y con urgencia?
Incontinencia urinaria y calidad de vida
Y esto es porque estamos ante un problema de salud pública que altera seriamente la calidad de vida. ¡Cuántos viajes cancelados, eventos socio familiares evitados, absentismo laboral o dificultades en las relaciones íntimas hay detrás de la incontinencia urinaria!
¡Cuántos pensamientos tipo: “qué agobio, soy mayor, que vergüenza, ¿oleré?”; que han derivado en baja autoestima y síntomas depresivos!
Incontinencia urinaria de esfuerzo o estrés
Con este artículo te mostraremos de forma breve, pero con seriedad y rigor, en qué consiste la llamada incontinencia urinaria de esfuerzo o estrés.
1. ¿Por qué se produce la incontinencia por estrés?
Por un déficit de sostén musculofascial. Esto es lo que llamamos la uretra hipermóvil y se produce cuando los músculos del suelo pélvico ya no pueden sostener la uretra, produciendo daños en los ligamentos y fascias en torno a ella.
2. ¿Qué causa este déficit de sostén?
La maternidad, el paso de los años, el sobrepeso o el estreñimiento son consideradas las causas de incontinencia urinaria. Por lo tanto, la gran mayoría de las mujeres podemos presentarla. Cuando vayas a acudir a un especialista, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué impacto tiene en tu calidad de vida?
- ¿Deseas realizar tratamiento?
3. Definido el tipo y la necesidad de tratamiento, ¿cuáles son las pruebas básicas?
- Un análisis de orina para descartar infección urinaria.
- Medición del residuo de orina tras una micción espontánea, y así valorar algún problema obstructivo o alteración del vaciado de la vejiga.
4. Es posible que se asocie a:
- Prolapso de órganos pélvicos: bulto a través de la vulva por donde pueden descender vejiga, útero o recto.
- Atrofia genital: área vulvovaginal pálida, grosor fino, aspecto seco… Con escozor o picor local por falta de estrógenos. Esto último muy ligado a la menopausia.
5. La principal exploración que te realizarán, ¿en qué consiste?:
Tacto vaginal que evalúe la musculatura del suelo pélvico y la presencia de hiperlaxitud vulvovaginal o, por el contrario, atrofia con estrechamiento del orificio vaginal.
6. Medidas comunes a todo tipo de incontinencia:
- Cambios en el estilo de vida orientado a reducir sobrepeso, en caso de haberlo.
- Durante 3 meses entrenamiento supervisado (fisioterapeuta) y fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico. Puede hacerse utilizando conos o bolas vaginales.
7. ¿Cuáles son las opciones de tratamiento?:
- Pesarios: Dispositivos de silicona que se colocan en la vagina para ascender los órganos pélvicos si prolapsan, y mejorar las molestias. Para incontinencia de estrés existen tampones especiales de silicona que fijan la uretra para que disminuya esa hipermovilidad ante los esfuerzos.
- Estrógenos vaginales en caso de atrofia (comprimidos, crema o anillo).
- La medicina regenerativa, basada en el Tensado intravaginal con láser CO2, está en auge; o la inyección de plasma rico en plaquetas (PRP) para regeneración tisular (RTG) en torno a la uretra, es decir, restaurar el hueso, cemento y ligamento periodontal a sus niveles originales.
8. ¿Y cuáles son los casos más complejos?:
Requerirían un estudio y tratamiento especializado. Por eso, consulta en unidades multidisciplinares de suelo pélvico para un correcto abordaje.
Fuente: Gema García Gálvez. Jefa Asociada del servicio Ginecologia QuironSalud Madrid.