La frecuencia con la que alguien tiene relaciones sexuales cambia de forma natural por diversos motivos: la edad, las fluctuaciones en el deseo sexual, las ganas de socializar, el estado civil… Mil razones. Y lo cierto es que muchas personas disfrutan de una vida plena y satisfactoria sin tener relaciones sexuales.
¿Vivir sin sexo? Si alguna vez te has preguntado lo que podría suceder física y psicológicamente cuando alguien no tiene relaciones sexuales durante un período prolongado y de qué manera afectaría a una relación, estás en el sitio correcto.
No tener sexo: los efectos en el cuerpo
Normalmente se define como celibato o abstinencia al hecho de no tener relaciones sexuales durante mucho tiempo. Cuando alguien no tiene relaciones sexuales durante meses o años, es poco probable que se noten efectos secundarios físicos negativos en la salud. Realmente el secreto no está en lo que se pierde, sino en lo que se deja de ganar.
Porque las investigaciones muestran que tener relaciones sexuales con regularidad puede generar muy buenos beneficios para la salud, que incluyen: función mejorada del sistema inmunológico, presión arterial reducida, niveles de estrés más bajos y riesgo reducido de eventos cardiovasculares, entre otros. En el caso de las mujeres, la actividad sexual frecuente (ya sea en pareja o en solitario) puede fortalecer los músculos del suelo pélvico que sostienen la vejiga. Esto puede mejorar la función de la vejiga y reducir la incontinencia.
Los efectos en la salud mental
Hay un estudio de 2020 sobre comportamientos sexuales durante la pandemia que respalda que tener relaciones sexuales con regularidad se asocia con tasas más bajas de depresión y ansiedad. Otros estudios sugieren que la actividad sexual también puede mejorar el estado de ánimo e incrementar el bienestar general. Si bien esto es cierto para algunas personas, no es así para todos.
Cuando la abstinencia sexual es involuntaria, algunas personas pueden sentir efectos negativos en su salud mental. Por el contrario, las personas que no sienten deseo sexual pueden encontrar estos sentimientos angustiantes. Así, no tener relaciones sexuales en una relación puede hacer que una persona se sienta insegura o ansiosa. Hablar de estas emociones es la clave para ayudar a eliminar cualquier sensación de malestar.
Nunca des por sentado nada. Hay personas para las que abstenerse de tener relaciones sexuales es importante para tener una salud mental positiva. Las personas pueden renunciar a tener relaciones sexuales por muchas razones, como por ejemplo porque tienen poco deseo sexual, son asexuales o simplemente eligen no tenerlas. Cada persona es un mundo.
Y sí, también existen beneficios potenciales de abstenerse de tener relaciones sexuales, según cada persona y situación, y estos incluyen: no tener riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, evitar una posible fuente de ansiedad, tomarse un tiempo para superar eventuales sentimientos negativos sobre el sexo, vivir de una manera consecuente con unas creencias religiosas…
Los efectos en las relaciones
Muchas personas tienen románticas y satisfactorias relaciones sin tener relaciones sexuales frecuentes. Para otros, el sexo regular es imprescindible para la salud de su relación. Y hay quienes mantienen que el sexo puede mejorar la comunicación y los sentimientos de cercanía. Lo dicho: cada persona es un mundo.
Quienes sienten que no tienen suficiente sexo pueden preocuparse de que haya algo que va mal en su relación o temer que su pareja ya no se sienta atraída por ellos. En estos casos, las personas pueden probar otros métodos para mejorar la comunicación y la intimidad. Abrazarse, besarse, hacer gestos afectuosos y abrirse unos a otros pueden mejorar la salud de una relación, independientemente de si implica actividad sexual.
Como resumen, se podría decir que no existe una cantidad correcta de relaciones sexuales y la frecuencia varía de una persona a otra. No tener relaciones sexuales durante mucho tiempo no debería tener efectos negativos para la salud. Nadie debería jamás sentirse obligado a tener relaciones sexuales de la misma forma que evitar las relaciones sexuales no daña la salud de una persona e incluso puede tener algunos factores saludables.
Lo importante es conocerte a ti misma y saber lo que quieres para obtener una sexualidad saludable. Y si lo que quieres es -por los motivos que fuera- vivir sin sexo, se trata de tu elección. Porque, efectivamente, no tiene por qué haber nada de malo en ello.
No obstante, si no es tu elección y te sientes preocupada por el bajo deseo sexual o los efectos en tu relación de una actividad sexual poco frecuente, la mejor solución es hablar con un médico o terapeuta. Los medicamentos, la terapia, los cambios en el estilo de vida, una mejor comunicación y otras estrategias adaptadas a ti te pueden ayudar.