Día Internacional de la Mujer: Soy la líder de mi vida

Existe un mensaje bastante extendido que es el concepto de súper mujer cuyo súper poder es… ¡ser mujer! Cuando traducimos este mensaje se da por hecho que las mujeres podemos con todo. Una pista: no, las mujeres no podemos con todo. Normalizar la carga que tenemos que llevar cada día por el simple hecho de ser mujeres y tildarlo de algo positivo no solo esconde las normas de la sociedad que aumentan la desigualdad de género, sino que se puede convertir en una creencia peligrosa para nuestro bienestar emocional y físico.

Todas las responsabilidades que tenemos que afrontar no son más que limitaciones que nos impiden salir de nuestra “zona de confort”. El problema está cuando nos damos cuenta de que no recordamos cuánto tiempo llevamos viviendo nuestra vida de esta manera. Normalmente lo vemos cuando nos encontramos saturadas, tristes, apáticas, irritables o irascibles, e incluso con niveles elevados de ansiedad. En ese momento, nuestro cuerpo nos está pidiendo ayuda.

Ha llegado el momento de romper con todo esto, de limitarte a cumplir con los establecido. Deja de sentirte mal por no llegar a todo, de pensar que no eres suficiente. Ha llegado la hora de liderarte, de coger las riendas de tu vida, de gestionar activamente tu proyecto de vida, ya sea a nivel familiar, profesional o de pareja. 

Consejos para reforzar el liderazgo en tu día a día

1. Rodéate de gente que te inspire. Cualquier persona que te motive a sacar lo mejor de ti es alguien que vale la pena tener cerca. 
2. Valora a quienes tienes a tu alrededor, a los que están a tu lado en las buenas, pero sobre todo en las malas.
3. Todos podemos tener días malos, es totalmente normal y no debemos evitar sentirnos tristes. No obstante, incluso en tus peores días ocurren cosas buenas, tenemos que intentar enfocarnos en esos aspectos. Te proponemos un ejercicio: apúntate tres cosas que te hayan hecho sentirte bien durante el día. Esto te ayudará a ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío.
4. Tener objetivos y ambiciones a largo plazo está genial, pero son los pequeños logros los que nos van a hacer sentirnos satisfechas y realizadas. Haz una lista de lo que estás logrando en tu día a día y celébralos.
5. No procrastines. Cuanto más pospongas solucionar un problema, mayores niveles de ansiedad y mayor agotamiento vital te va a proporcionar. Afronta las dificultades y busca activamente solucionar los conflictos.
6. Dedica un tiempo a descubrir tus fortalezas y tus capacidades, aquello que te gustaría potenciar o aquello en lo que te gustaría trabajar.
7. Trata de vivir plenamente el momento presente. Disfruta de lo que estás viviendo ahora, porque vida solo hay una y hemos venido al mundo para exprimirla.

Confía en tus cualidades y confía en ti. ¡Tú eres la líder de tu propia vida!