Esto normalmente ocurre porque existe una vejiga hiperactiva. La vejiga puede contraerse incluso cuando no es necesario; por ejemplo, si tu vejiga solo tiene una pequeña cantidad de orina o es hipersensible. Esto significa que sientes la necesidad de ir al baño con más frecuencia, algo que se asocia a menudo incontinencia de urgencia.
¿Qué es la frecuencia normal de micción?
Suena a tópico, pero en cuestión de salud es una verdad como un templo: cada persona es un mundo. Y esto cobra especial sentido cuando se aplica a la frecuencia urinaria normal. Para la mayoría de las personas, el número normal de veces que orina podría situarse entre seis o siete veces al día. Si sientes la necesidad de orinar por encima de esta referencia, es posible que estés orinando con más frecuencia de lo habitual. Pero entre 4 y 10 veces al día también podría considerarse normal si estás sana y no te sientes incómoda.
La frecuencia normal de micción también depende de la cantidad de líquido que bebes al día y, por supuesto, del tipo de líquido que ingieres. Si estás tomando medicamentos para la presión arterial alta, por ejemplo, también podría aumentar la frecuencia debido a la forma en que actúan algunos medicamentos, por ejemplo los famosos diuréticos. Tu estado de salud y actividad puede influir y, hasta cierto punto, tu edad. Es obvio que un niño no va al baño las veces que va un adulto.
¿Por qué voy más al baño?
Ya lo hemos dicho: las causas pueden ser múltiples y variadas, y no todas pueden indicar un problema subyacente. Las infecciones del tracto urinario son la causa más común de una micción frecuente. Se trata de infecciones bacterianas en la vejiga, la uretra u otras partes del tracto urinario e incluyen cistitis (infección de la vejiga), uretritis (infección de la uretra) y pielonefritis (infección de los riñones). Diferentes tipos de vaginitis también pueden causar micción frecuente, incluidas las infecciones por hongos o la vaginosis bacteriana.
Otras afecciones en el tracto urinario y el área pélvica que pueden causar micción frecuente incluyen cistitis intersticial, síndrome de vejiga hiperactiva, prolapso uretral, vesical o uterino hacia la vagina, radioterapia en el área pélvica, estrechamiento de la uretra (estricción uretral), embarazo, diabetes, ingesta excesiva de alcohol o cafeína… Son tantas cosas que, como siempre decimos, debe ser un especialista quien determine las causas y la necesidad o no de seguir un tratamiento.
Cómo identificar un problema de frecuencia
Si te preocupa la frecuencia con la que orinas y está empezando a afectar tu día a día, lo primero es pedir cita con un profesional. Esa es la regla de oro. Una vez hayas concertado una cita, tu médico te valorará y es posible que le hagan algunas de las siguientes preguntas:
- ¿Con qué frecuencia vas al baño a orinar?
- ¿Cuánto pis haces?
- ¿Tienes pérdidas?
- ¿Con qué frecuencia tienes esas eventuales pérdidas?
- ¿Qué medicación tomas?
- ¿Qué comes o bebes normalmente?
- ¿Te incomoda o tienes dolores al orinar?
- ¿Cuántas veces te levantas por la noche para ir al baño?
- ¿Alguna vez mojaste la cama?
Una vez detectados síntomas relevantes (si los hay), el tratamiento dependerá de la afección subyacente y podría incluir una modificación en la dieta líquida que sigues, la administración de antibióticos en el caso de infección, fisioterapia del suelo pélvico para la vejiga hiperactiva, y los siempre efectivos ejercicios de Kegel.
No olvides que la micción frecuente es algo relativamente normal con el paso de la edad, pero puede llegar a interferir enormemente con la vida cotidiana y también pueden ser causa de vergüenza y preocupación, especialmente si tiendes a perder orina por no llegar al baño a tiempo.
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