¿Cómo está tu salud vaginal?

Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que ha elaborado recientemente la ‘MenoGuía sobre salud vaginal’, una vagina sana debe mantener las condiciones fisiológicas adecuadas para que no existan síntomas y permitan una vida sexual satisfactoria en las distintas etapas de la vida de la mujer. Pero, ¿sabemos cómo cuidarla?

Qué aporta salud a un órgano tan íntimo:

1. Mantener el flujo vaginal.
2. La microbiota, antes llamada flora vaginal, que hace referencia a la comunidad de microorganismos vivos residentes en la vagina. Esta microbiota varía según la etapa de la vida de la mujer.
3. Las hormonas: Los estrógenos actúan directamente en el epitelio vaginal e influyen en su grosor, vascularización e hidratación.

El flujo y la microbiota vaginales son dos factores fundamentales para la salud vaginal. El hecho de tener cierta cantidad de flujo es normal, especialmente si se está en edad fértil, siendo la ovulación, el embarazo y la excitación sexual las situaciones más importantes en las que puede aumentar la cantidad de flujo.

Sin embargo, cuando el flujo cambia súbitamente de color, olor o consistencia, o aumenta o disminuye en cantidad de forma significativa, puede ser el indicio de una infección, entre las que destacan la vaginosis bacteriana, la clamidia o la candidiasis vaginal.

Cuáles son las consecuencias de descuidar la salud vaginal: 

1. Vaginitis: Este término se refiere a los trastornos de la vagina causados por una infección o inflamación, o por cambios en la flora vaginal normal.
2. Atrofia vaginal: La pérdida de estrógenos es la causante del deterioro de este órgano. Es característico de las mujeres menopáusicas y afecta al 40% de ellas. Ocasiona sequedad vaginal, ardor, prúrito, secreción, sangrado y dolor en las relaciones sexuales. También pueden aparecer síntomas urinarios (por ejemplo, más frecuencia en las micciones o infecciones recurrentes).

Algunas recomendaciones

La MenoGuía nos hace algunas recomendaciones para que conservemos el flujo vaginal y, en general, nuestra salud sexual:

• Utilizar preservativo para evitar contraer o diseminar infecciones de transmisión sexual.
• Mantener la zona genital limpia y seca.
• No realizar duchas vaginales.
• Tomar probióticos cuando se estén tomando antibióticos para evitar candidiasis vaginal.
• Evitar el uso de productos de higiene íntima perfumados en el área genital.
• Usar ropa interior de algodón y evitar el uso de pantalones extremadamente apretados.
• Y, por supuesto, en caso de incontinencia urinaria usar absorbentes adecuados.

Modificaciones en tu estilo de vida:

• Dejar de fumar es recomendado para el beneficio de tu salud, el tabaco produce déficit de estrógenos.
• Nuestro IMC (índice de masa corporal) no debe ser superior a 27 kg/m2 (sobrepeso) porque aumenta el riesgo de padecer sequedad vaginal.
• El ejercicio físico extenuante favorece también la atrofia vaginal.
• La actividad sexual y la masturbación mejoran la salud vaginal.

Empieza hoy mismo a preocuparte por tu salud vaginal. Consulta con tu médico, él te asesorará sobre tu caso y te prescribirá el tratamiento vaginal más adecuado para reducir los síntomas de la atrofia vaginal, propia de la menopausia.

Las terapias locales con estrógenos en forma de crema, comprimidos, anillo vaginal… mejoran los síntomas de la atrofia. Para la sequedad vaginal, hay tratamientos específicos de cuidado íntimo (ácido hialurónico, geles, liposomas…) que te ayudarán a minimizar esta molestia.

Fuente: Dra. Gema García Gálvez