No hagas caso a la báscula, ponga lo que ponga, porque no es grasa, es un proceso inflamatorio y tiene arreglo. Estas ganancias responden a una inflamación interna producto de haber abusado de la carne roja, del azúcar refinado, de la sal, del alcohol y de los ultraprocesados, pero no es nada que no tenga remedio. De hecho, se puede (y se debe) revertir a la vuelta sin dormirse en los laureles, ya que, de no hacer un esfuerzo express, apunta el experto, el riesgo de que estos pocos kilos contribuyan a un aumento de peso a largo plazo es alto.
Además, un dato: cuanto mayor es la ganancia en vacaciones, mayores son las posibilidades de que se acumule y no se pierda a medio-largo plazo.
Dicho esto, no es el momento de lamentarse por lo disfrutado, ni de ponerse a dieta estricta, y tampoco es necesario ayunar. Solo hay que ponerles la pila a nuestros órganos de eliminación (hígado y riñones, sobre todo) que, en este momento, necesitan un apoyo para que sus células funcionen a la perfección. ¿Cómo puedes ser de ayuda? Comiendo y bebiendo en la forma adecuada para limpiar el entorno celular.
Batidos completos, moverse más, beber agua ¡y descansar!
Si quieres limpiar el entorno celular de los órganos que se ocupan de limpiar tu cuerpo y dejar el intestino perfecto (punto de partida para empezar a nutrir correctamente el cuerpo y, de esa forma, acabar con la inflamación), es importante no hacerle trabajar demasiado: evitar comer o beber nada que sea irritante y, por contra, desayunar, comer y cenar alimentos de alto valor nutritivo pasados por la batidora. Los alimentos más nutritivos son la verdura, la fruta, los frutos secos y otras grasas saludables, además de algunas hortalizas.
Cuando los expertos en nutrición animan a hacer un par de días de comida batida y líquida, ponen énfasis en dos límites. El primero, que no se obvien ni la fibra ni la grasa y, el segundo, que se siga la recomendación de no pasar más de tres días sin ingerir proteína, sea animal o no. Cuando se toman zumos o licuados de fruta y verdura, se pierde el contenido de la fibra que esos alimentos presentan de manera natural.
Esto provoca un aumento rápido de la insulina, lo que puede llevarte a una mayor facilidad de acumulación de glucosa en forma de grasa. Es decir, que haces un pan con unas tortas. La fibra de fruta y verdura –aunque sea batida-, además de evitar el pico de insulina, ayuda al intestino a activarse, favoreciendo que te sientas menos hinchada. Además, ayuda a regular la microbiota, lo cual es fundamental después de un tiempo de excesos.
Ansiedad por la comida
Por último, un batido nunca será completo si le falta la grasa saludable: frutos secos, semillas como lino o chía, aguacate, incluso aceite de oliva virgen. Estas grasas, explica Elena Pérez, bioquímica bióloga molecular, especialista en alimentación y nutrición aplicada, creadora del sistema Futurlife21, sonimprescindibles para el funcionamiento del organismo, para el sistema cognitivo y el hormonal y ¡atención! ayudan a mantener la ansiedad a raya. Algo que, después de haberte comido tu peso en helados, parece bastante conveniente.
Pérez abunda en la fórmula anti-ansiedad aludiendo al cuidado de la microbiota. “Las bacterias intestinales se desequilibran cuando te excedes con los ultraprocesados, abusas de almidones, azúcares refinados y alcohol. Es importante recuperar y equilibrar esta población de bacterias para poder volver a hábitos de vida saludables y, sobre todo, eliminar esa ansiedad”, apunta.
Otras pautas pro-detox:
- Beber mínimo 1,5 litros de agua al día.
- Date un baño caliente con un kilo de sal gorda.
- Disfruta de la naturaleza y realiza actividad física con la que disfrutes.
- Un pilar fundamental de la salud es el descanso y el control del estrés: Duerme lo suficiente… y respira.
Reto: Aumenta cada día la cantidad de verdura en tu plato hasta que ésta ocupe la mitad del mismo, tal y como recomienda la iniciativa “Plato para Comer Saludable”, creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard.