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Evalúa tu suelo pélvico: ¿Cómo es la primera revisión?

Suelo pélvico y salud


Mujer en la consulta de la ginecóloga
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Evaluar tu suelo pélvico es fundamental para conocer su estado, pero también para aprender buenos hábitos y prevenir posibles disfunciones futuras.


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Sabemos que no es fácil tener conciencia corporal de una parte del cuerpo que no podemos ver, como es el caso de la musculatura del suelo pélvico. Pero es muy importante saber si su tono, fuerza y resistencia son las adecuada, principalmente en situaciones que pueden sobrecargar o dañar esta musculatura. Podría ser la causa de problemas como la incontinencia.

No dudes a la hora de solicitar una evaluación del estado de tu suelo pélvico para prevenir y fortalecerlo, tanto si estás embarazada o en el postparto, si eres muy deportista, si padeces estreñimiento crónico o si presentas episodios de tos recurrentes.

En esa consulta, que puede realizar un/a fisioterapeuta especializado o un/a uroginecólogo/a, se realiza lo siguiente:

  • Una inspección de los genitales externos donde observaremos si hay una hiperlaxitud de la entrada de la vagina o introito, muy frecuente en mujeres que han tenido varios partos vaginales. Se manifiesta con una apertura excesiva de la entrada de la vagina al exterior, motivo de sensación de peso, gases vaginales y otras molestias.
  • También se puede evaluar el descenso de las paredes vaginales, en reposo o realizando la maniobra de valsalva, que consiste en empujar o toser. De esta forma observamos si existe un “cistocele” (prolapso de la vejiga), un “rectocele” (prolapso del recto) y/o un prolapso uterino, descendiendo al pujo el cuello uterino.
  • La prueba de esfuerzo: toser con vejiga semillena para evaluar si se produce incontinencia urinaria durante esa situación.
  • Con 2 dedos colocados en el interior de la vagina pedimos contraer la musculatura como si se quisiera evitar un escape de orina, de esta forma medimos la fuerza de la contracción muscular. Si además pedimos que aguante con la contracción activa el mayor tiempo posible, evaluamos la resistencia.
  • Existen otras maniobras orientadas a evaluar posibles puntos dolorosos, relacionados con el nervio pudendo, el músculo obturador, cicatrices postparto
  • Finalmente es muy útil mostrar la activación o contracción de la musculatura que realiza la mujer con ayuda de un ecógrafo, y así poder enseñar a activar sin empujar cuando tosemos o realizamos esfuerzo. Es decir, la evaluación puede incluir un pequeño entrenamiento o reacondicionamiento, para que en situaciones cotidianas de esfuerzo hagamos una correcta activación de esta musculatura de sostén de los órganos pélvicos.

En definitiva, resolver dudas, reeducar en hábitos miccionales inadecuados y finalmente evaluar con tacto vaginal y ecografía es más que recomendable para prevenir disfunciones del suelo pélvico.

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