¿Comes por ansiedad? Cambia de mentalidad
Dieta
¿Sufres estrés o ansiedad? Empieza por seguir una buena alimentación. Comer sano mejora nuestro estado de ánimo, nuestra calidad de vida y ayuda a prevenir enfermedades. ¿Quieres saber por qué?
En la sociedad occidental se está instaurando un fenómeno preocupante: la comida como una respuesta casi inmediata a nuestros problemas, temores o preocupaciones. El acto de comer es un placer rápido, fácil de obtener y que no necesita un sacrificio previo. Por tanto, muchas personas con ansiedad, estrés o frustración intentan suplir estos trastornos con grandes ingestas de comida.
¡Cuidado! No nos dejemos engañar, porque comer desordenadamente no nos hace sentir mejor, aunque inmediatamente después de comer sintamos un efímero alivio. En realidad, ocurre todo lo contrario. El bienestar momentáneo se suele tornar frustración cuando nos hacemos conscientes de lo que hemos comido. Este proceso nos genera más ansiedad, que intentamos suplir con más comida. Este comportamiento genera un círculo vicioso muy peligroso que nos puede llevar a dolencias serias como obesidad, bulimia, anorexia y problemas gastrointestinales.
Por eso debemos siempre potenciar la alimentación saludable como herramienta para sentirnos mejor a medio y largo plazo. Debemos dejar de lado el placer inmediato y volátil que aportan la ingesta descontrolada de algunos alimentos. Algunas pautas para una alimentación saludable son:
- Elige productos frescos y de temporada.
- Destina un 60% de tu cesta de la compra a frutas y verduras.
- Respeta las cinco comidas.
- Permítete un capricho de vez en cuando; esto contribuirá a que no te obsesiones con la comida y mitigará tu ansiedad.
- Bebe al menos dos litros de agua diarios.
- No dejes de lado los hidratos de carbono de absorción lenta: son una fuente de fibra importantísima.
Alimentarnos correctamente nos ayuda a:
- Mejorar nuestro estado físico
- Prevenir multitud de enfermedades
- Mejorar nuestras capacidades mentales
- Incrementar nuestra sensación de bienestar
- Incrementar la autoestima
- Mejorar nuestro estado de ánimo
Si tu ingesta desordenada de alimentos responde a una carencia emocional, te recomendamos que acudas a un psicólogo, quien te dará las pautas para superarla. También te recomendamos que acudas a un nutricionista, que diseñará una dieta equilibrada a tu medida.
Fuente: Serafín Murillo, nutricionista