Las japonesas son célebres por sus trucos de belleza y ahora nos revelan cuál es el truco para acelerar el metabolismo. Dicen que si tu cuerpo baja su temperatura, el ritmo del metabolismo baja y la regeneración celular se ralentiza. Lo ideal es mantener una temperatura estable. De manera general, podemos decir que las reacciones metabólicas se ralentizan a temperaturas bajas y se aceleran en condiciones de altas temperaturas. Dicho de otro modo, y como bien nos explica la cultura japonesa: el metabolismo es más rápido cuando la temperatura es mayor.
Japón, la cultura del baño y el metabolismo
Si bien visitar las aguas termales japonesas es una gran experiencia en sí misma, también ofrece muchos beneficios para el cuerpo, la mente, el alma y la belleza. De hecho, la exposición a altas temperaturas del agua puede ayudarte a relajar los músculos, eliminar toxinas, disminuir la inflamación y promover el sueño. Según una investigación reciente publicada en el Journal of Applied Physiology, sumergirse en agua caliente también puede acelerar el metabolismo y, por tanto, ayudar a perder peso. Y puedes crear tu propia ‘experiencia Onsen’ (los populares baños termales japoneses) en la privacidad de tu baño con sales de baño japonesas que se están volviendo populares en todo el mundo.
Activa tu corazón
Las japonesas son muy fans del ejercicio cardiovascular. Si bien «hacer que la sangre fluya» ayuda a aumentar la temperatura corporal central, el ejercicio cardiovascular intenso o prolongado (como correr) en realidad puede provocar una disminución a corto plazo de la temperatura de la piel a medida que se suda. Unos cuantos saltos rápidos pueden funcionar mejor para aumentar el ritmo cardíaco y aumentar la circulación, lo que a su vez aumenta la temperatura corporal y activa el metabolismo. Caminar es otra gran opción.
El secreto está en tus axilas
Los dedos de las manos y de los pies pueden ser las primeras partes de tu cuerpo que sufren una baja de temperatura. Pero hay un secreto que conocen muy bien en Japón… Tu cuerpo tiene un centro de calentamiento incorporado: tus axilas. Pon las manos debajo de las axilas, abraza el calor de tu cuerpo cerca de ti y calienta tus dedos. Y no necesitas que haga frío para hacer este sencillo ejercicio. Tu metabolismo te lo agradecerá.
El poder del té, el café y las sopas
Una bebida tibia y relajante puede calentar tu cuerpo rápidamente, incluso sentir calor al ingerirla. El vapor de un té o café caliente también puede agregar calidez a tu cuerpo. Y otra cosa curiosa: ¿acaso no son conocidos los japoneses por sus riquísimas sopas? Tienen un efecto similar al del té o el café, calentando el cuerpo mientras las ingieres. Otra forma perfecta de estimular el metabolismo.
Más hierro
Comer alimentos que contienen hierro puede reducir las posibilidades de padecer anemia, que suele provocar sensación de frío con más frecuencia, por lo que aumentar la ingesta de hierro a través de fuentes alimentarias es una gran idea. Los mariscos, las carnes rojas, los frijoles y el brócoli tienen un alto contenido de hierro. Otra opción son los suplementos.
Meditación
La investigación muestra que incluso las personas sin experiencia en meditación pueden elevar su temperatura central utilizando técnicas de meditación y visualización. Estas técnicas, llamadas “tumo” y de origen tibetano, permiten visualizar un lugar más cálido para derivar finalmente en un aumento en la temperatura corporal central.
Respiración
Tómate un rato al final del día para relajarte de la mano de la respiración. De paso, va a contribuir a aumentar tu temperatura corporal. Y como los japoneses saben mucho de esto, aquí tienes una nueva tendencia que se ha puesto de moda. Se llama ‘Long Breath Diet” y, como sospechas, utiliza la respiración para bajar peso vía metabolismo. El método implica estar de pie en una posición determinada para después hacer una inspiración durante 3 segundos y exhalar con fuerza durante 7 segundos. Tan sencillo como eso.