Si hablamos de músculos, hay unos que, en esta etapa, y de cara a esquivar la incontinencia, conviene mantener muy en forma: los del suelo pélvico. Porque es un hecho que se puede encontrar debilitado. Y, aunque los sospechosos habituales son parto y menopausia, estas no son las únicas causas de unos músculos del suelo pélvico con alguna disfunción. En la incontinencia, el dolor pélvico, etc. hay otros factores, algunos de ellos desconocidos. Aquí, un repaso de eso que nadie cuenta y resulta interesante para el fortalecimiento del suelo pélvico:
CINCO DATOS CURIOSOS SOBRE EL SUELO PÉLVICO
- El fortalecimiento del suelo pélvico puede ser un proceso más rápido de lo que esperas
Los músculos del suelo pélvico son igual que todos porque se contraen y relajan, incluso pueden tener contracturas y se consideran en buena forma cuando este sostén está bien posicionados, flexibles y dóciles, fuertes en todo el rango de movimiento, tonificados… Su particularidad es que en su recuperación está implicada la mente. Y es que tener conciencia mental de esta musculatura puede causar el mismo efecto que un buen entrenamiento.
Cuando entrenamos los músculos del suelo pélvico se desencadenan procesos mentales que predisponen al suelo pélvico a activarse más rápido. Los cambios que se producen en nuestro cerebro y en las conexiones neuromusculares que nos hacen ser conscientes de su presencia multiplica las posibilidades de éxito frente a temas como incontinencia o ciertos dolores asociados a un suelo pélvico débil. En resumen, que al iniciar la actividad de un músculo del que no se había tenido plena consciencia hasta que se debilitó, se activan conexiones nerviosas nuevas o que estaban inhibidas. Estos cambios suelen producirse con pocas sesiones y, por ello, muchas mujeres experimentan grandes cambios ya en el inicio del entrenamiento.
- Los ejercicios de Kegel no son para todos.
Hay mujeres que, sin previa valoración experta ni explicación pautada mediante, se ponen a hacerlos, en ocasiones con excesivo ímpetu o una frecuencia inadecuada. Aunque se mencione sobre todo su debilitamiento, hay que tener en cuenta que existe el suelo pélvico hiperactivo e hipertónico, es decir, con músculos demasiado estirados, tensos e inmóviles. ¿Consecuencias? Estreñimiento, relaciones sexuales dolorosas, urgencia para orinar y dolor pélvico.
Si bien los ejercicios de Kegel buscan activar, posicionar, tonificar y fortalecer los músculos del suelo pélvico, no interesan cuando el objetivo es liberar, soltar, alargar y domar unos músculos demasiado tensos. El tratamiento del suelo pélvico hipertónico pasa por sesiones de fisio con ejercicios de liberación y puede incluir medicación y/o terapia cognitivo-conductual.
- ¿Deporte para el suelo pélvico? Sí, pero no cualquiera
Levantar objetos pesados puede debilitar el suelo pélvico y provocar prolapso de órganos pélvicos. Por ejemplo, puede ocurrir con algunos ejercicios de crossfit y con el levantamiento incorrecto de pesas o, sin ir más lejos, al correr, momento en que la musculatura pélvica recibe la presión del impacto de nuestro cuerpo contra el suelo.
En general, el ejercicio conocido como hiperpresivo (ciertas modalidades de aerobic, el tenis, los abdominales tradicionales, además de las pesas mencionadas), no es bueno para el suelo pélvico si no se aprende antes a realizarlos en la postura correcta que proteja el suelo pélvico en el momento de esfuerzo y no realizar la apnea para no ejercer una excesiva fuerza sobre él.
- ¿Problemas de incontinencia? Deja de fumar. Y de toser.
Los tóxicos del tabaco pueden provocar un descenso de estrógenos, lo que altera el tejido muscular, incluido el del suelo pélvico. Además, el tabaquismo puede provocar tos crónica, algo que ejerce una presión excesiva en la zona. Concretamente la nicotina estimula el músculo detrusor, el que se contrae al orinar, aumentando la frecuencia de necesidad de orinar, incluso durante la noche.
En cuanto a la tos, sea por tabaquismo, por alergia, tos nerviosa o por alguna enfermedad crónica, es un factor de riesgo para el deterioro de la zona si se hace de forma habitual sin sujetar el suelo pélvico. Para proteger el suelo pélvico cuando aparece la tos, es importante mantener una postura correcta, no echarse hacia delante y contraer la zona del suelo pélvico, manteniendo la tensión, para no dañar la musculatura.
- De un suelo pélvico bien tonificado dependen (también) los mejores orgasmos
Un suelo pélvico tonificado contribuye al placer sexual. Si está débil no hay buena lubricación, incluso aparece la anorgasmia o dolores derivados del vaginismo. Cuando está tonificado puede cumplir una de sus funciones, que es hacer una especie de anillo constrictor que mantiene el clítoris lleno de sangre durante la excitación. Esto aumenta la lubricación y oxigena y nutre las mucosas genitales. Además, las sensaciones del orgasmo aumentan cuando el suelo pélvico puede contraerse con intensidad y a un suelo pélvico debilitado le resulta complicado hacerlo.
Como decíamos antes, el suelo pélvico, además de debilitado, puede estar hipertónico. En ese caso también habrá problemas, como dolor en las relaciones sexuales, dificultar para la erección del clítoris, falta de relajación, etc.