Técnicas para no sentirte superada por el día a día

Las frases más habituales que nos decimos cuando atravesamos por estas etapas comienzan por “tengo que…” y “debería…”. El primero nos genera presión, y el segundo culpa. Y entre uno y otro nos sentimos superadas por este estrés que no nos permite disfrutar y que nos hace sentir que únicamente “hacemos” o “resolvemos”.

Estrés y ansiedad

Cuando vivimos demasiado tiempo actuando de esta forma, además de aumentar los síntomas de estrés y ansiedad, puede aparecer el síndrome del impostor: parecemos, pero no nos sentimos buenas madres, hijas, profesionales…

Estar demasiado ocupadas nos aparta de lo verdaderamente importante. Si sientes que estás corriendo en una rueda sin fin, éste es el momento de parar y plantearte cambios, antes de que la ansiedad gane la partida.

Cómo dejar de sentirte superada

• Mantente centrada en cada área de tu vida.Haz compartimentos y céntrate. En  el trabajo estoy en “modo trabajo”, con mis hijos en “modo madre”, con mis amigas en “modo disfrutar con mis amigas”. El problema viene cuando mentalmente me sorprendo intentando solucionar problemas de otra área cuando no estoy en ella y no puedo afrontarla en ese momento.

• Disfruta de cada faceta de tu vida. No te limites a gestionar, solucionar, hacer  “lo que tengo que hacer”. Recuerda que el objetivo es VIVIR al 100% tu vida de pareja, tu tiempo con los niños, tu carrera profesional. Si nos limitamos a hacer o cumplir los mínimos o, por el contrario, nos exigimos por encima de nuestras posibilidades, nos sentiremos frustradas y agotadas.

• Aprende a delegar. No eres la única que puede ocuparse, gestionar, solucionar… Aprender a decir que no a lo que sabes que pueden hacer otras personas es el primer paso; y el más importante para poder dedicarte a lo que  realmente quieres y a lo realmente necesario. Cargar más en tu mochila no es la solución para sentirte mejor.

• Nunca podrás ser perfecta. Hay que aceptarlo. La perfección no existe y si existiera, a lo mejor tampoco sería la mejor opción. Los niños no necesitan madres  perfectas, ni tu empresa necesita profesionales perfectas, y mucho menos tú necesitas ser perfecta. Céntrate en ser una mujer real, y ríe, esfuérzate, equivócate, pide perdón, agradece lo que  tienes y disfruta de lo que haces en cada momento.

• No hacer nada es hacer mucho.Debes buscar en tu agenda algún momento para no hacer nada. ¿Qué no lo consideras “productivo”? Pues ese momento es imprescindible. Todas necesitamos un momento de no hacer nada para vivir y disfrutar de nosotras mismas.

¡Vive, disfruta y céntrate… en ti!

Fuente: Alicia Jiménez Castellot. Psicóloga. Directora de Asertia, gabinete de coaching y psicología.