¿Sabes orinar correctamente?
Suelo pélvico y salud
Si cuando vas al baño sientes la necesidad de ayudar a la orina a salir de la vejiga, ¡cuidado! Es posible que tu forma de miccionar no sea correcta. Te damos las claves para detectar este problema.
La acción de expulsar la orina desde la vejiga al exterior es un proceso fisiológico que controla nuestro sistema nervioso autónomo. Él se encarga de provocar la contracción de las paredes vesicales el tiempo necesario para que se vacíe la vejiga completamente.
Para que la orina pueda salir con normalidad es imprescindible que la uretra, el conducto por donde sale la orina al exterior, esté totalmente abierta. Si por algún motivo este conducto se encuentra cerrado, frenará la salida de la orina y entonces quizá sintamos la necesidad de empujar con los abdominales, de forma similar a cuando tenemos problemas de estreñimiento y queremos forzar la salida de las heces (ambas prácticas son muy nocivas para nuestro suelo pélvico).
Si necesitas empujar para que salga la orina, ¡atenta! algo está fallando
Si esto te sucede, debes saber que algo no está funcionando bien y que estas prácticas pueden estar alterando el funcionamiento correcto de la vejiga y el esfínter uretral y dañar tu suelo pélvico, lo que además puede generarte incontinencia urinaria.
¿Por qué la uretra puede estar cerrada durante la micción?
- Problemas neurológicos que provoquen que haya una actividad muscular aumentada en la uretra durante la micción
- Una obstrucción
- Un patrón de conducta incorrecto: lo que se denomina micción no coordinada.
Cuando no existen obstrucciones en el conducto ni problemas neurológicos, es posible que se deba a que no sepamos relajar el esfínter uretral porque hemos aprendido a orinar mal desde niñas. Generalmente no solemos comentar cómo orinamos, así que si hemos adoptado esta conducta y no ha provocado problemas que nos pongan sobre aviso, nadie habrá corregido este patrón.
En el proceso fisiológico normal, para que la uretra esté totalmente abierta es imprescindible que el esfínter esté totalmente relajado. En este caso, lo que ocurre es que la mujer, en vez de relajar el esfínter uretral, lo contrae voluntariamente. Si crees que tienes este problema, no dudes en consultar con tu médico o con un fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.
¿Cómo se corrige?
Es imprescindible aprender cómo se relajan y contraen los músculos de suelo pélvico, que incluyen siempre al esfínter uretral, con rehabilitación. Tu fisioterapeuta puede utilizar aparatos de biofeedback para que visualices personalmente en una pantalla cómo eres capaz de relajar los músculos del suelo pélvico y el esfínter.
Deberás integrar esta actividad de relajación del suelo pélvico de forma cotidiana y realizarla durante todas las micciones hasta que veas que ya no tienes necesidad de empujar y que la orina sale sin ningún tipo de intervención por tu parte.
Fuente: Dra. Carolina Walker