¡Que no te falte el calcio!
Dieta
¿Sabías que este mineral no sólo está presente en los lácteos? El brócoli o el salmón son algunos productos ricos en calcio. Y ¿que, además de ser bueno para nuestros huesos tiene muchas otras propiedades? Te mostramos cuáles y dónde encontrarlas.
Todas relacionamos el calcio con formar, fortalecer y conservar huesos y dientes. Pero este mineral es imprescindible para un gran número de procesos internos:
- Ayuda en la coagulación de la sangre
- Disminuye el riesgo de osteoporosis
- Garantiza el funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos
- Alivia los calambres de las piernas
- Mejora el síndrome premenstrual
Algunas investigaciones recientes han encontrado, además de éstos, otros efectos del consumo de alimentos ricos en calcio. Junto con el potasio y el magnesio, está indicado en personas que padecen hipertensión arterial, ya que ayuda a equilibrar los niveles de tensión.
Además, se ha observado un mayor sobrepeso en quien toma menos cantidad de calcio, por lo que, actualmente, se sugiere introducir productos lácteos desnatados en aquellas que desean controlar su peso corporal. También se ha relacionado la ingesta de calcio con una mayor protección frente a la aparición de ciertos tipos de cánceres, como los de mama o colon.
Si por gusto personal o por intolerancia no tomáis productos lácteos, podéis encontrar el calcio que necesitáis en los siguientes alimentos:
- Verduras: Espinacas, col rizada, cebolla, cardo o brócoli.
- Legumbres: Judías blancas, garbanzos cocidos, lentejas y soja.
- Pescados: Anchoas, sardinas, lenguado, salmón, mariscos.
Se recomienda entre dos y tres raciones diarias de productos lácteos. En el embarazo y a partir de la menopausia, se deben incrementar a entre tres y cuatro raciones.
¡Y no os olvidéis de las vitaminas C y D para fijar el calcio!
Fuente: Serafín Murillo, nutricionista