Nueva normalidad: cómo te afecta para salir segura de casa

La vuelta a la normalidad está resultando, cuanto menos, extraña para mucha gente. Intentamos recuperar nuestra vida de antes con reservas, con miedos y con muchas dudas. Esto se multiplica si tenemos incontinencia urinaria, porque en muchos casos dependemos más de tener un baño cerca para estar tranquilas.

Lo primero que tienes que saber es que los baños han sido diseñados para prevenir la transmisión de enfermedades, ya que la propia orina es portadora de todo tipo de gérmenes. Pero con la nueva situación, ¿qué sucede con los baños pequeños y mal ventilados? Nuestra recomendación es evitarlos.

Todos los establecimientos de hostelería están extremando las medidas higiénicas y los baños son fundamentales en este aspecto. Pero si quieres usarlos tranquila, te damos unas sencillas pautas para que puedas estar lo más segura posible:

• Elige un aseo que se vea muy limpio y que esté ampliamente abastecido con suministros como toallas de papel, jabón o papel higiénico. 
• Evita las colas para ir al baño.
• No permanezcas durante mucho tiempo, y ¡olvídate de ir por parejas!
• Lávate las manos antes de irte y, al salir del baño usa gel hidroalcóholico para desinfectarte.
• Lleva en el bolso tus propios desinfectantes o soluciones hidroalcohólicas, así como guantes y toallitas.

Pero de acuerdo: este es el mundo ideal. Y si tienes incontinencia de urgencia no siempre podrás aguardar pacientemente a que el baño quede libre o, en el peor de los casos, no encontrarás un cuarto de aseo que te ofrezca garantías. 

La realidad de los baños públicos y en establecimientos

Las nuevas medidas de higiene exigen la limpieza y desinfección de los referidos aseos, como mínimo, seis veces al día. También debe haber dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes con actividad antivirus a la salida de los baños. Pero la normativa no es mucho más específica y, además, siempre quedará la duda: ¿estarán limpiado el baño con asiduidad? Porque no hay una “Policía Higiénica”.

La cruda realidad es que las superficies de los baños públicos (suelos, lavabos, secamanos…) muchas veces suelen estar sucias o descuidadas, especialmente según pasan las horas del día. Y sin duda son espacios susceptibles de estar contaminados por algún tipo de virus.

En un estudio publicado este mismo año en la revista médica Antimicrobial Resistance & Infection Control, se determinó que un baño público puede acumular hasta 50 tipos de bacterias diferentes en sus superficies. Nunca está de más desconfiar en materia de higiene y ser lo más estricto posible.

Lo que nunca te debe faltar

Si tienes incontinencia urinaria, debes prepararte para una nueva realidad que seguramente sea más incómoda. No siempre podrás encontrar un baño en las mejores condiciones o ya no podrás acceder al aseo inmediatamente porque habrá mucha más gente esperando. Debes ser consciente de eso y estar muy preparada cuando salgas de casa.

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Lo que jamás debes hacer es permitir que la incontinencia urinaria ponga límites a tu libertad para recuperar las relaciones sociales y el gusto por salir. Incluso a pesar de que aparezcan nuevas dificultades para ir al baño.