El suelo pélvico es un conjunto de músculos como cualquier otro del cuerpo. Podemos hacer ejercicios para fortalecerlo y pueden surgir algunos problemas si está demasiado débil. Y desde ya debes saber que una de las cosas más fáciles y mejores que se pueden hacer para fortalecer el suelo pélvico es andar. De hecho, caminar tan solo 20 o 30 minutos unas cuantas veces a la semana puede ayudarte a aumentar la fuerza del suelo pélvico.
Por qué andar es bueno para fortalecer el suelo pélvico
Al igual que cualquier otro músculo, la mejor manera de fortalecer los músculos del suelo pélvico es usarlos y ejercitarlos. Andar es una manera muy simple pero efectiva de fortalecer esa zona tan vital de tu cuerpo. No requiere equipo y lo puede hacer cualquiera y en cualquier momento que tenga libre. Incluso caminar por la casa (o el trabajo) es mejor que no caminar nada.
Todos los músculos necesitan ejercitarse para mantenerse funcionales y el suelo pélvico no es una excepción. También debes tener en cuenta tu postura y alinear tu cuerpo, asegurándote de no encorvar los hombros. Contrae los músculos del abdomen, echa los hombros hacia atrás y camina erguida. Piensa en que quieres alcanzar el cielo con tu cuello. La forma de caminar adecuada implica que el talón apoye el suelo primero y el pie se deslice hacia delante para impulsarte con los dedos del pie.
Cómo andar para mejorar tu suelo pélvico
Mantener un peso saludable es beneficioso para los músculos del suelo pélvico, y andar es un ejercicio excelente para ayudarte en eso. Asegúrate de caminar con zapatillas cómodas. ¡Ah, y no es necesario correr! Al contrario. De hecho, si has experimentado algún síntoma que te induzca a pensar que los músculos de tu suelo pélvico están débiles, descubrirás que correr puede ejercer una tensión innecesaria sobre esa zona y causar problemas como pérdidas de orina.
Hay muchos «trucos» que te van a ayudar a caminar más. Por ejemplo, podrías bajarte dos paradas antes para llegar a casa o a la oficina. O salir a andar durante la hora de la comida, que además rebaja mucha tensión. Otra cosa genial es obviar el ascensor y subir a casa por las escaleras, algo estupendo para ejercitar los músculos del suelo pélvico. Encontrar un acompañante para tus caminatas también es otra gran idea porque se te olvida que estás haciendo ejercicio y te motiva a salir más.
Específicamente, si deseas salir a andar para fortalecer los músculos del suelo pélvico, entonces deberías pensar en hacerlo por una pendiente. Y si lo haces en cinta, una opción perfectamente válida, pon una ligera pendiente para replicar de verdad una caminata al aire libre. Con una inclinación entre el 1 y el 3% es suficiente. Ten en cuenta que los músculos del suelo pélvico deben trabajar para estabilizarte cuando pasas por una superficie inestable.
¿Y qué tal hacer ejercicios de Kegel mientras caminas?
Pues sí: puedes hacer los ejercicios de Kegel para el suelo pélvico mientras caminas. Al principio, puede resultar un poco extraño y si nunca has hecho ejercicios de Kegel, lo mejor es empezar cómodamente sentada. Pero una vez que te sientas segura con su técnica, puedes comenzar a hacerlo mientras caminas o incluso mientras estás esperando en la cola del banco o el supermercado.
La premisa básica de un ejercicio de Kegel es contraer los músculos del suelo pélvico, mantenerlos así durante un par de segundos y luego relajarlos. Al principio, puede resultarte bastante extraño andar y hacer estos ejercicios al mismo tiempo, pero con un poco de práctica, pronto descubrirás que todo se vuelve natural. Si estás caminando por una cuesta empinada, puede que te resulte más fácil sincronizar los ejercicios de Kegel con tu paso, aunque debes asegurarte de no encorvarte hacia delante.
Llévate esto a casa: la mejor manera de prevenir futuros daños a los músculos del suelo pélvico y garantizar que se mantengan fuertes es ejercitarlos con regularidad y caminar es una forma de ejercicio segura, saludable y eficaz (avalado por la ciencia) para fortalecer los músculos de esa zona. Simplemente debes asegurarte de hacerlo con una buena postura, zapatillas cómodas y añadir pendientes a tu recorrido para aprovechar al máximo tu paseo.