Consejos para cuidar tu piel este verano
1. Una elección brillante.
La absorción de vitamina D es uno de los beneficios que nos reportan los rayos solares. Es buena para prevenir la osteoporosis en la menopausia y para ayudarnos a renovar energías. Sin embargo, tampoco podemos abusar, se recomienda tomar el sol entre 15 y 30 minutos diarios. Una excesiva exposición puede ocasionarnos la aparición de manchas, el aumento de arrugas en la piel o incluso quemaduras.
A la hora de escoger un protector solar, lo primero que debes tener claro es que la elección depende de nuestro tipo de piel, así como de la intensidad de los rayos UV. Por eso, es importante seleccionar un factor adecuado. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado recientemente un test con varios protectores SPF 30 y ha concluido que hay que evitar los que estén compuestos por alérgenos, es decir, fragancias como el citronelol o el geraniol. Por otro lado, el departamento de farmacología de la Universidad de Zúrich ha denunciado que muchos protectores solares tienen una actividad hormonal, lo que significa que funcionan como disruptores endocrinos. Esto puede afectar a nuestra salud en términos de deficiencia vitamínica.
2. Alternativas naturales.
Existen protectores con filtros físicos, también conocidos como bloqueadores solares, que contienen minerales inertes como el óxido de zinc y dióxido de titanio. Actúan como una capa en la piel que refleja la luz solar, para que los rayos no penetren en nuestro organismo y sean nocivos.
No solo es importante proteger nuestra piel, también nuestro pelo, ya que la intensidad de los rayos solares afecta a nuestro cuero cabelludo. Existen protectores específicos que evitarán el encrespamiento, la pérdida de elasticidad, la sequedad y favorecerán la hidratación.
3. Protección para «tomar».
Si tienes la piel muy clara, eres alérgica al sol o, simplemente quieres asegurarte de no quemarte, existen suplementos alimenticios que preparan tu piel a la exposición solar. Tómate una cápsula diaria desde 15 días antes de empezar a tomar el sol y notarás cómo tu piel se broncea sin quemarse. ¡Ojo! La protección oral sirve como complemento a la crema, no la sustituye. Consulta en tu farmacia cuál es el más adecuado para ti.
4. Y tras el sol, ¿qué?
Hay que hidratarse bien y beber mucho líquido. Según el jefe de servicio de Dermatología del Complejo Asistencial Universitario de León, es recomendable utilizar after sun tras la exposición al sol, puesto que posee componentes antiinflamatorios como la enoxolona y su base mentolada ayuda a calmar picores.
En cualquier caso, si tu piel es especialmente sensible a los efectos del sol, consulta con un experto para que te recomiende los productos más apropiados.