Ansiedad y estrés
Si no tienes relaciones sexuales con tu pareja con frecuencia, es probable que te sientas menos conectada a ella, lo que puede derivar en escenas poco deseables de incomunicación, introspección o soledad. Te puedes llegar a acostumbrar a no hablar mucho de tus sentimientos y no recibir el apoyo que necesitas para manejar los factores estresantes del día a día.
Por otra parte, debes recordar que el sexo hace que tu cuerpo libere hormonas como la oxitocina y las endorfinas, que pueden ayudarte a controlar los efectos del estrés. La oxitocina tiene el beneficio adicional de ayudar a dormir, algo que es fundamental. Y más en mujeres maduras, pues el insomnio es otro de los síntomas asociados a la menopausia.
Sexo = buena memoria
Algunos estudios ya han demostrado que las personas que tienen relaciones sexuales a menudo recuerdan mejor las cosas almacenadas en la memoria. Y hay indicios de que el sexo puede ayudar a que tu cerebro desarrolle neuronas y funcione mejor en general. Si te preguntas más a menudo lo de “¿dónde he dejado las llaves?”, quizá la respuesta esté en el dormitorio. Y no hablamos precisamente de las llaves.
Por una buena salud de tu relación
Como hemos sugerido antes, practicar sexo regularmente te ayuda a sentirte emocionalmente más cerca de tu pareja, lo que abre la puerta a una mejor comunicación. Hay numerosos estudios que afirman que las parejas que tienen relaciones sexuales con más frecuencia tienden a reconocer abiertamente que son más felices que las que tienen menos.
Fortalece el sistema inmune
Mucho se habla en estos días del sistema inmune, algo vital para, entre otras muchas cosas, hacerse fuerte frente a los virus. Pues lo creas o no, el sexo regular puede ayudar a tu cuerpo a fortalecer tus defensas y combatir las enfermedades. Desde simples resfriados hasta cosas más serias.
En un estudio realizado en la Universidad de Wilkes, en Pensilvania, se demostró que las personas que tenían relaciones sexuales una o dos veces por semana tenían niveles más altos de ciertos anticuerpos que juegan un papel importante en el sistema inmunológico.
Sequedad vaginal y lubricación
Si eres una mujer que ha pasado por la menopausia, tienes otra razón para seguir teniendo relaciones sexuales: sin relaciones sexuales regulares, tu vagina se puede tensionar, los tejidos pueden estrecharse y tener más probabilidades de lesión, desgarro o incluso sangrado durante futuras relaciones sexuales. Esto puede resultar tan incómodo y embarazoso que muchas mujeres con estos síntomas evitan tener relaciones sexuales, lo que a la larga significa entrar en un bucle peligroso.
Toma nota: los cambios relacionados con la menopausia, como la sequedad e irritación vaginal, se pueden tratar muy eficazmente con lubricantes, humectantes o estrógenos en dosis bajas. Consulta a tu médico. No nos cansamos de decirlo.
El suelo pélvico
Es muy habitual que mujeres con problemas en el suelo pélvico también remitan la existencia de una vida sexual poco activa. Es cierto que el suelo pélvico no es algo que se ejercite de forma habitual, pese a lo importante que es. Y manteniendo relaciones sexuales se ponen en funcionamiento los músculos de la pelvis, lo que se traduce en la tonificación del suelo pélvico.
Esto es debido a que cuando las mujeres tienen un orgasmo se produce una contracción de los músculos del suelo pélvico, lo que fortalece esa zona. Y esto es importante porque si el suelo pélvico no se ejercita y sufre una distensión, hay una mayor probabilidad de sufrir incontinencia urinaria, un problema que afecta a alrededor del 30% de las mujeres en algún momento de sus vidas.