Incontinencia urinaria: Negarlo o enfadarse no es la solución
Psicología
Asumir las pérdidas de orina cuando aparecen y entender cómo nos afectan es el primer paso para resolver tu problema. Si estás en esta situación, toma nota de nuestras recomendaciones.
Cuando comenzamos a notar que tenemos incontinencia urinaria, la mejor opción es asumirlo, ser conscientes de ello, buscar soluciones e intentar mantener nuestra calidad de vida. Pero, por desgracia, no siempre afrontamos así este problema.
Muchas veces no aceptamos el hecho de que no seamos capaces de retener la orina al realizar un esfuerzo (incontinencia de esfuerzo) o de forma repentina (de urgencia). En lugar de enfrentarnos a ello comenzamos a darnos excusas “ no es tan importante”, “sólo es algunas veces», «a mí no me pasa esto”, “los problemas de incontinencia los tienen personas mayores, yo aún soy joven”…
Con esta actitud, poco a poco, sin darnos cuenta, nuestra vida se modifica en función de este problema: no lo hablamos con nadie, dejamos de ir a lugares en los que sabemos que no encontraremos un servicio con facilidad, comenzamos a vestirnos con otro tipo de ropa o damos excusas como “no me apetece ir” o “está muy lejos”.
Si no somos capaces de asumir que tenemos un problema, nos sentiremos tristes o enfadadas con nosotras mismas, y agravaremos nuestro estado
Estamos en una fase que podríamos llamar “negación” : no asumimos que algo nos está pasando, nos damos excusas, nos engañamos y eso conlleva que no abordamos lo que nos sucede. ¿Por qué hacemos esto? A menudo es porque pensamos que es un problema propio de otro tipo de mujeres, más mayores. Y esto no es cierto.
Si seguimos mucho tiempo en esta fase, no buscaremos ayuda, no pondremos solución a lo que nos sucede, y comenzaremos otra fase en la que empezaremos a estar tristes o enfadadas, con nosotras mismas, con la situación “por qué yo”, “no es justo”, y tendremos pensamientos negativos y dañinos “ya no soy tan atractiva como antes”, “la gente lo notará”, “no puedo hacer mi vida como antes”…
¿Cómo nos afecta no asumir la incontinencia?
Aunque en un primer momento creamos que afrontamos el problema obviando el problema y quitándole importancia, no es así, porque:
- Favoreceremos que las pérdidas de orina puedan ir a más
- Nos limitan
- No estamos buscando soluciones a lo que nos sucede
- Vamos a sentirnos solas o incomprendidas al no hablarlo con nadie
- Afectará a nuestra autoestima y al concepto que tenemos de nosotras mismas
- Nuestra vida sexual y social empeorará, al evitar estos encuentros por miedo o por vergüenza
- Toda nuestra vida girará en torno a esta dificultad
El objetivo es enfrentamos a esta pérdida de control puntual sobre nuestro cuerpo hasta lograr aceptarlo. Y no nos referimos a quedarnos quietas pensando “ya está, lo tengo que asumir, es lo que me ha tocado”, sino que debemos aceptar que tenemos una dificultad.
A partir de ahí, aceptaremos lo que no podemos cambiar y buscaremos soluciones para aquéllos aspectos que sí podemos mejorar, modificar en incluso curar completamente con un tratamiento adecuado. Recuerda que la incontinencia urinaria, en la mayoría de los casos, puede mejorarse e incluso solucionarse. Toma las riendas de tu situación y atrévete a cambiarla.
Mientras solucionas este problema, recuerda que te sentirás más segura utilizando absorbentes específicos para la retención de la orina como los que te ofrece TENA Lady. Consigue aquí muestras gratuitas.
Fuente: Alicia Jiménez, psicóloga