En muchas ocasiones caminamos de la mano de nuestros hijos adolescentes mientras nosotras mismas estamos atravesando nuestra propia etapa de cambios psicológicos y hormonales, que en muchos casos se parecen a los de nuestro hijo/a adolescente: fluctuaciones en el humor y el estado de ánimo, menos energía, cansancio por dificultades en el sueño, “no entendernos”, afrontar cambios físicos,redefinir nuestra autoimagen…
No sólo tenemos que manejar nuestra propia tormenta emocional sino también la de nuestros hijos adolescentes, ¡y eso ya es demasiado!
Es importante que aprendamos a vivir esta etapa con comprensión hacia nosotras mismas y hacia nuestros hijos, y así poder gestionarla en equipo.
Consejos para sobrellevar la adolescencia de tus hijos durante la menopausia
Ser conscientes de lo que nos sucede
Reconocer de dónde viene nuestro cansancio, nuestrairritabilidad… para saber lo que viene de nosotras y lo que no es nuestro. Para no culpar al otro de nuestro enfado o nuestra irritación.
Ser conscientes de lo que les está sucediendo a ellos.
Comprender los cambios cerebrales denuestros hijos. Su cerebro está terminando de formarse, principalmente, la zona que se encarga de la planificación y autorregulación, por lo que es importante que interpretemos de esa manera sudesorganización y sus momentos explosivos, y no como algo personal contra nosotras.
Hablar de ello con nuestro hijo/a.
Expresa emociones. Cómo nos sentimos, saber pedir perdón entre ambas partes, explicar que a veces a todos nos pasa que “no nos entendemos ni a nosotros mismos”, y que es normal sentir en este momento emociones muy intensas que estamos aprendiendoa encauzar.
Céntrate en tu propósito
Antes de iniciar una conversación, dedica un minuto a respirar y a enfocarte en tu propósito, que esacompañar a tu hijo en su proceso de maduración y mantenerte en la mayor calma posible.
Estrategias para saber regularos
Aprender juntos algunas estrategias para saber regularos como, por ejemplo, daros “tiempo muerto”, para tomar distancia de la situación y seguir hablando cuando ambos estéis más tranquilos. Utilizar el sentido del humor: no perder esas oportunidades de “hacer el tonto” juntos. A veces la rigidez y la necesidad de mantener el orden nos inunda tanto, que parece que somos las jueces opolicías de nuestra casa y perdemos ese punto de empatía y conexión tan necesario.
Momentos madre – hijo/a
Encontrar nuestros momentos madre – hijo/a para hablar o hacer alguna actividad en común, y si es moviéndonos, mejor. Desde sacar juntos al perro (si lo tenéis) ¡hasta sacar la basura!, aprovecha esos momentos para reconectar.
Permíteles tener su propio espacio
Comprender que nuestros hijos van a necesitar más tiempo de independencia y aceptarlo. Ya no nos van a pedir nuestra opinión como un referente y van a preferir pasar más ratos a solas en su habitación y con amigos. Eso no significa que perdamos importancia como madres. Nos siguen necesitandodisponibles, ¡pero de otra manera!
Permítete tiene tu propio espacio
Nosotras también vamos a necesitar más tiempo o distancia para intentar cuidarnos, relajarnos… Tal vez tengamos que exigirnos menos para poder “vaciar el vaso” y no ponernos más carga para no desbordarnos.
Mira el lado positivo
Fíjate en todo lo positivo que puede tener también esta etapa. Observa la energía y el entusiasmo con que descubren primeras experiencias sociales y de independencia.
Tú también fuiste adolescente una vez
Por último, recuerda tu adolescencia, ¿qué acompañamiento te hubiera gustado tener a ti en su día? ¿Estás cambiándolo o repitiendo lo mismo que recibiste en tu propia adolescencia?
Recuerda: cuídate para cuidaros a los dos. Empatiza, conecta y siempre, siempre…. ¡Sácale partido a tu sentido del humor!
Fuente: Alicia Jiménez Castellot. Psicóloga. Directora de Asertia, gabinete de coaching y psicología.