Sexo brusco
De acuerdo, a veces puede ser fácil dejarse llevar si lo estás disfrutando, pero el sexo que es un poco más brusco de lo normal o muy prolongado puede dejarte con una gran sensación de ardor. Esto es causado por la fricción dentro de la vagina y debería desaparecer en unos pocos días. Durante este tiempo, lo mejor sería usar un método de barrera durante las relaciones sexuales, ya que los pequeños desgarros en la vagina la harán más susceptible a las infecciones. Si sucede con frecuencia, intenta usar lubricante durante las relaciones sexuales para evitar lesiones.
Infección del tracto urinario
Cualquiera que haya tenido una infección del tracto urinario sabe lo doloroso e irritante que puede llegar a ser al causar una inflamación alrededor del tracto urinario inferior. Las infecciones urinarias se tratan fácilmente con antibióticos. Te pueden dejar un poco “tirada”, pero son realmente efectivos para tratarlo.
Vaginosis bacteriana
Uno de los síntomas clave de la vaginosis bacteriana es la secreción olorosa, especialmente después del sexo. Sin embargo, también se sabe que causa dolor y ardor después de la penetración. A veces, puede desaparecer por sí sola, pero si persiste tendrás que acudir a un médico, quien probablemente te recetará antibióticos. Es una condición común en las mujeres, pero muchas personas no saben que puede ser contagiosa.
Contracción de los músculos
Vaginismo. Sí, puede ser una palabra un poco intimidante, pero así es como se define a esa condición que hace que los músculos de la vagina se contraigan, haciendo que la penetración sea difícil, incómoda y, a veces, dolorosa. Desafortunadamente, nadie sabe qué lo causa. Sin embargo, se ha descubierto que el bótox trata la afección de manera efectiva, lo que permite una penetración mucho más cómoda.
Enfermedades de transmisión sexual
Hay varias enfermedades de transmisión sexual comunes que pueden causar una sensación de ardor después del sexo. Por ejemplo, la clamidia, la gonorrea, el herpes o la tricomoniasis. Sin alarmas, por favor. Son extremadamente comunes (mucho más de lo que te imaginas) y fáciles de diagnosticar con un examen de salud sexual. La mayoría se puede tratar con simples antibióticos.
Enfermedad inflamatoria pélvica
Es una afección que afecta principalmente a mujeres jóvenes (entre 15 a 24 años, sobre todo) y se caracteriza por una infección del útero, las trompas de Falopio y los ovarios. Para muchas mujeres, esta patología no causa síntomas, pero algunas pueden experimentar menstruaciones abundantes o dolorosas, dolor en la parte inferior del abdomen y una sensación de ardor después de tener relaciones sexuales. Si se diagnostica a tiempo, se puede tratar fácilmente con antibióticos.
Alergias
Quizás las alergias sean la causa menos conocida entre las sensaciones de ardor vaginal, pero lo cierto es que pueden causar una incomodidad intensa. Si has estado usando preservativos, puede ocurrir una reacción al látex, el lubricante, etc. O puede ser por una mala respuesta a los jabones perfumados y productos de lavado. O que sientas una alergia al esperma, que suelen ser quizás las más difíciles de detectar y abordar. A menudo, estas alergias se diagnostican erróneamente como vaginosis bacteriana u otra infección.
Vulvodinia
La vulvodinia es una afección recientemente reconocida que se identifica por un dolor inexplicable alrededor de la abertura vaginal que llega a durar más de tres meses. El dolor a veces se puede describir como agudo y punzante, incluso en forma de quemazón. Si bien actualmente no existe un tratamiento para la vulvodinia, puedes aplicar ungüentos tópicos, tomar analgésicos o someterte a fisioterapia para ayudar a aliviar el dolor. Y lo más importante: ante cualquier síntoma, acude a tu ginecólogo. El médico no está para juzgarte, si no para buscar el tratamiento más adecuado a tu afección.