Ocho posturas para ejercitar el suelo pélvico
Sexo
Para tener mejor sexo es importante tener una musculatura pélvica en buenas condiciones. Pero, ¿y si te proponemos que ejercites el suelo pélvico mientras practicas el sexo? Divertido, ¿no? Toma nota.
La calidad de nuestras relaciones sexuales tiene mucho que ver con el estado en el que se encuentra nuestra musculatura pélvica. Muchos trastornos, como molestias y dolores, tienen su origen directo en el debilitamiento del suelo pélvico. Por contra, nuestras sensaciones y orgasmos serán más intensos si estos músculos tienen el tono adecuado, y para esto lo mejor es realizar ejercicios que nos ayuden.
Pero, ¿qué te parecería hacerlos mientras practicas sexo? Una forma muy divertida, ¿verdad? Te proponemos ocho posturas para fortalecer el suelo pélvico mientras disfrutas de uno de los placeres de la vida con tu pareja.
- La Hamaca: En esta postura el hombre se encuentra sentado en una superficie blanda, como puede ser la cama, con las piernas flexionadas agarrándose la parte posterior de sus rodillas. De esta manera la mujer queda en el espacio entre sus piernas y tronco, pudiendo moverse libremente y realizar los ejercicios de Kegel al mismo tiempo de la penetración.
Consejo: Al tiempo que te dejas caer, relaja tu musculatura, y cada vez que te eleves contrae apretando toda la vagina.
a - El Sometido: Aquí el hombre se tumba mientras ella se coloca sentada sobre él de espaldas y controlando ella los movimientos con sus brazos.
Consejo: Marca el ritmo con tus brazos, aprovecha y siente la fuerza de tu vagina, será muy placentero para él.
a - El Sometido II: El hombre está tumbado, la mujer dándole la espalda extiende su cuerpo hacia atrás apoyando sus brazos en los de su compañero quedando las piernas de ella estiradas por fuera de las de él.
Consejo: Haz que tu pareja te sujete por la cintura o del pecho a la vez que tú realizas pequeñas y rápidas contracciones y elevas ligeramente la pelvis siguiendo el ritmo de tu vagina.
a - La Doma: El hombre sentado recibe a su compañera que se encaja a su cuerpo.
Consejo: Puedes realizar contracciones no sólo de la vagina, sino de los músculos del perineo. Avanza ligeramente tu pelvis hacia él en movimientos cortos y continuos.
a - La Fusión: El hombre estirado sobre la cama mientras que su compañera se coloca sobre éste levemente incorporada, ambos mirándose, aquí ella lleva el ritmo.
Consejo: Puedes ejercitar tu suelo pélvico marcando movimientos de arriba-abajo o en sentido circular.
a - Cara a cara: Es la postura clásica en la cual la mujer queda tumbada sobre el cuerpo estirado de su compañero y es ella quien puede dominar la situación.
Consejo: Puesto que las contracciones pueden ser más o menos intensas, arquea tu columna mientras realizas tus movimientos para hacer más estimulante la situación.
a - La Amazona: Aquí es el hombre quien se acuesta boca arriba, con las piernas levemente abiertas y flexionadas hacia su pecho. Ella se acomoda en cuclillas amoldándose a la postura adoptada por él, sentándose lentamente sobre su compañero. Sus muslos impulsarán todo el movimiento que necesita esta postura, en sentido arriba-abajo.
Consejo: Contrae tu suelo pélvico en cada movimiento ascendente y relaja al bajar. Pueden ser movimientos muy lentos y profundos, o muy rápidos y apenas profundos.
a - El Perrito: Ambos en cuadrupedia, lo que permite una gran cantidad de movimientos con los cuales se puede trabajar la musculatura pélvica.
Consejo: Puedes contraer y relajar a tu propio ritmo o acompasar las contracciones a los movimientos pélvicos de tu pareja.