Cómo mostrar afecto sin tocarse: una nueva relación con tus nietos

Seguro que en estos tiempos de covid te has quedado con las ganas de abrazar a algún ser querido. Te invitamos a que desarrolles tu creatividad para aprender a mostrar tu cariño con total seguridad.

En estos tiempos de pandemia está siendo muy complicado manifestar nuestros afectos como estábamos acostumbrados: Ya no podemos besar, abrazar y achuchar a nuestros seres queridos como nos gustaría.

Pero nada debe impedirnos que sigamos mostrando todo nuestro cariño por familiares y amigos. De hecho, ahora es más necesario que nunca. Por eso, aquí te ofrecemos varios consejos e ideas para demostrar el máximo afecto en tiempos de covid a aquellos que más lo necesitan: los niños.

SI NO PUEDES VERLOS EN PERSONA…

1. Chatea y comunícate con regularidad

Es un hecho: a los niños les encanta recibir cosas por correo y ver memes divertidos. También historias y vídeos por WhatsApp. Lo más importante es la regularidad, que tanto abuelos como nietos se sientan continuamente acompañados. Y explora las posibilidades del vídeo. Permiten a los abuelos que viven lejos ver a sus nietos, verlos crecer y compartir sus alegrías a través de una pantalla. Puedes admirar su último dibujo o manualidad, ver su nuevo juguete o simplemente cómo crece.

2. Queda para cenar

Utiliza plataformas como Skype o Zoom para quedar a cenar con tus nietos. Basta proponer una hora, tener el plato preparado y comenzar a comer mientras conversas. En muy poco tiempo tu mente se acostumbrará a esa “cena virtual” y te parecerá que de verdad habéis compartido mesa.

3. Léeles un libro

No es una extravagancia, ni mucho menos. Aprovecha el valor de las tecnologías para enviar un audio leyendo a tus nietos un cuento o el pasaje de un libro. Puedes hacerlo regularmente justo antes de que se vayan a dormir. Jamás se olvidarán de tu voz y querrán tenerla todos los días.

4. Juega una partida on-line

Queda con ellos para echar una partida a juegos clásicos y gratuitos como Trivial, Scrabble, Pictionary, parchís o Flota de Barcos. No es solo pasar un buen rato, sino ejercitar la mente. Tanto ellos como tú.

SI PUEDES ESTAR CON ELLOS…

1. Comparte un proyecto común

El covid no tiene por qué impedirte trabajar junto con tus nietos en un proyecto o desafío común siempre que cumplas las reglas conocidas de distancia social e higiene. Por ejemplo, puedes proponer un desafío como dibujar (o fotografiar) cinco árboles y luego compartir las imágenes cuando os volváis a ver. Otra idea: cread juntos una historia. Puedes escribir tú el primer párrafo de un relato y que ellos puedan agregar un párrafo y a su vez enviártelo. Máxima creatividad, máxima empatía.

2. Cocinad juntos

¿Por qué no quedas con tus nietos para hacer juntos una receta deliciosa que ellos también puedan cocinar? Por ejemplo, un helado o unas ricas tortitas.  Es una excelente manera de que los abuelos transmitan recetas familiares y compartir juntos un tiempo de calidad.

3. Quedad al aire libre para dar un paseo

Nada como el aire libre y la naturaleza para desconectar. Queda con tus nietos para dar un paseo y elige sitios sugerentes y con historias que contar: parques, rincones favoritos de tu ciudad… ¿Y por qué no caminar a buen ritmo? Hacer ejercicio es bueno para todos, desde niños a abuelos.

4. Recógelos en el colegio

Una sorpresa agradable siempre ilumina la sonrisa de un niño. Preséntate en su colegio y regresa a casa caminando a casa con ellos y que te cuenten todo lo que han hecho y sus progresos. Os sentiréis partícipes de una preciosa evolución.

Y EN CUALQUIER MOMENTO…

1. Mándales un regalo sorpresa

Ahora es más fácil que nunca: compras un regalo online y le dices a la tienda la dirección donde quieres que llegue y hasta una pequeña nota dedicada. Solo hace falta que le dediques un poco de tiempo para ser lo más original y afectiva con el regalo en cuestión. ¡Y pídele a sus padres que les graben cuando reciban el regalo para que luego tú lo veas!

2. “Cartéate” con ellos

Vuelve a los orígenes escribiéndoles una carta manuscrita, y anímales a establecer una correspondencia regular contigo. Recuperarás sensaciones casi olvidadas, como el tacto del papel,  la letra manuscrita, poder perfumar las hojas o incluso meter alguna flor seca. Esos recuerdos les quedarán para toda la vida.