¿Qué es la microbiota vaginal y qué conexión tiene con tus relaciones sexuales?
Mujer y bienestar
La composición de la microbiota vaginal varía según la edad y está estrechamente realacionada con la lubricación y susceptibilidad de coger infecciones.
La composición de la microbiota vaginal varía según la edad, ya que la variación de sus funciones está estrechamente conectada con la lubricación y susceptibilidad de coger infecciones.
El término “microbiota” forma parte de nuestras vidas desde hace años y comúnmente lo asociamos a digestión y salud intestinal. ¿Pero has oído hablar de la “microbiota vaginal”? Porque sí: cada mujer tiene su propia microbiota independiente dentro de su vagina y esta varía según la edad. Y está estrechamente conectada con la lubricación y la posibilidad de contraer infecciones.
Vayamos con lo primero: la microbiota vaginal se compone principalmente de lactobacilos, más conocidos como bacterias del ácido láctico, que convierten el azúcar dentro de las células vaginales en ácido láctico, lo que crea un ambiente ácido dentro de la vagina. Sin embargo, muchas personas no saben que existe una conexión entre la flora vaginal y las relaciones sexuales.
Durante el sexo, las bacterias se intercambian y se entremezclan entre los miembros de la pareja. Lo que sucede a continuación en la microbiota vaginal depende de cómo reaccionan las bacterias existentes en la vagina frente a las “nuevas” bacterias de la pareja.
Así, se pueden transmitir gérmenes patógenos que causan diversas infecciones en todo el cuerpo. Incluso ciertos fluidos corporales, como por ejemplo los espermatozoides, pueden intercambiarse durante las relaciones sexuales y pueden cambiar el valor del pH de la vagina, ya que suelen ser alcalinos. El pH vaginal aumenta y se vuelve menos ácido. En este entorno cambiante, el equilibrio del microbioma se ve afectado y esta (¡ay!) suele ser la causa de las infecciones bacterianas en la vagina.
Y no solo eso. Resulta que es muy frecuente que un proceso de inflamación vulvovaginal, como las vulvovaginitis infecciosas, puede dar lugar a la indeseada sequedad vaginal, que tanto dificulta el sexo. Suele asociarse a síntomas de la menopausia, pero lo cierto es que también puede darse por vía infecciosa, algo que no distingue de edades.
La cultura anglosajona lo definió como “honeymoon cystitis” con cierto sarcasmo y humor retorcido porque muchas mujeres comienzan a padecer de pronto un doloroso recordatorio de la conexión entre las infecciones de la vejiga y el sexo. La llamada “cistitis de luna de miel” es una infección de la vejiga causada por las relaciones sexuales.
La cistitis de la luna de miel
En el pasado, las mujeres tradicionalmente tenían relaciones sexuales por primera vez en su noche de bodas y sufrían los síntomas típicos de una infección de la vejiga al día siguiente. Estos incluyen micción frecuente y ardor al orinar. Hoy en día, muchas mujeres todavía sufren esa “cistitis de luna de miel” (pero sin honeymoon).
El sexo puede “sobrecargar” el área genital de la mujer y aumentar el riesgo de infecciones urinarias u otras enfermedades dentro del tracto urogenital. La causa de esta enfermedad suele ser la propia bacteria intestinal del organismo. Por otra parte, y en términos generales, una nueva pareja sexual siempre aumenta el riesgo de cistitis. Las bacterias de la mujer aún no conocen los nuevos microorganismos de la nueva pareja y el sistema inmunitario solo reacciona más tarde a estos nuevos microbios.
¿Cómo se trata la cistitis?
El tratamiento de una infección de la vejiga sin complicaciones por lo general implica el uso de antibióticos. Estos conducen a un alivio rápido de los síntomas y el patógeno se elimina por completo del cuerpo. Pero no solo destruye el patógeno que causa la infección de la vejiga, sino también otras bacterias buenas e importantes dentro del cuerpo.
Los analgésicos o los medicamentos espasmolíticos a menudo también se usan en combinación con antibióticos que también pueden dañar el microbioma. Por eso se recomienda apoyar la flora intestinal y vaginal con un probiótico durante la ingesta de antibióticos para reponer estas cepas bacterianas importantes y saludables.
Por una microbiota “sex-friendly”
Te mereces tener una vida sexual divertida, saludable y satisfactoria a cualquier edad (joven o madura) sin la amenaza inminente de una infección que lo arruine todo. Hay varios consejos que te podemos dar para mantener una microbiota vaginal saludable:
- Practica sexo seguro. Usa un método de barrera como preservativos y otros protectores vaginales.
- Cuida tus juguetes sexuales (si los tienes). Lávalos y sécalos antes y después de cada uso.
- Lávate o dúchate después del sexo para limpiar la uretra de posibles patógenos.
- Incluye los probióticos en tu dieta.
- Considera un tratamiento en pareja. Dado que los dos podéis albergar bacterias poco amigables que pueden causar síntomas y provocar una infección, puede valer la pena que ambas partes reciban tratamiento.
Y si ves que la molestia persiste en el tiempo, no dudes en acudir a tu ginecólogo para recibir consejo y, en su caso, tratamiento. El médico siempre es y será tu amigo.
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