Posparto: ¿Cómo está tu suelo pélvico?
Embarazo y parto
El parto es el principal causante de lesiones en el suelo pélvico. A menudo, pequeñas pérdidas de orina o gases nos avisan de que la musculatura se ha resentido, pero en otras ocasiones la lesión no genera ningún síntoma. Prevenir es fundamental: consulta siempre a un especialista para valorar su estado.
«¿Está bien mi suelo pélvico?» Si acabas de dar a luz, es importante que te hagas esta pregunta. Para algunas mujeres es fácil identificar que esta musculatura se ha debilitado: tienen menos control muscular, lo que puede provocar que se tengan ligeras pérdidas de orina o gases incontrolados, e incluso sentir dolor por la tensión en la cicatriz o por contracturas musculares, frecuentes tras el estiramiento al que han sido sometidos los músculos.
Pero también es posible que no sientas ningún síntoma, te encuentres bien y pienses que tu suelo pélvico se encuentra en perfectas condiciones y que, por tanto, puedes comenzar a realizar cualquier tipo de ejercicio. ¡Cuidado!, el parto es el principal factor de riesgo de problemas en el suelo pélvico. Todas las mujeres sufren algún tipo de alteración en él tras la salida del bebé. Por esta razón es fundamental llevar a cabo una valoración específica del mismo semanas después del parto, revisarlo e intentar recuperar al máximo su funcionalidad.
Todas las mujeres sufren algún tipo de alteración tras el parto, valorar cómo está tu suelo pélvico te ayudará a reducir problemas futuros
Así que aunque aparentemente te encuentres bien, sin ningún síntoma, debes proteger tu suelo pélvico durante los meses posteriores al parto. La alteración producida por el parto y el desequilibrio hormonal que se ha desencadenado durante la gestación afectan de manera directa a los músculos, que aumentan su elasticidad y disminuyen el tono. Esta situación no se estabiliza hasta transcurridos aproximadamente seis meses después del parto.
¿Qué vigilar tras el parto?
- Cómo coger peso: El aumento de la presión abdominal durante este periodo puede dañar y alterar aún más al suelo pélvico si ha quedado ‘tocado’ tras el parto. Debes evitar la carga excesiva de peso. Coger o dejar a tu bebé de la cuna es inevitable así que algunos sencillos hábitos de higiene postural te ayudarán a minimizar el impacto. Recuerda, prevenir te ahorrará algunos disgustos.
- Qué ejercicios hacer: El espacio que ha propiciado el desarrollo del feto durante varios meses se ha desestructurado. Y es cierto que es importante comenzar una recuperación posparto. Pero desde la base, desde los cimientos, que en este caso, no es el abdomen sino el suelo pélvico. No podremos recuperar esta musculatura a través de ejercicios abdominales, ni tampoco a través de ejercicios que provoquen saltos o cargas de peso. Esto no implica que no puedan realizarse más adelante, claro que sí, pero a su debido tiempo.
- Valoración de tu suelo pélvico: Independientemente de si notas debilitamiento o no, acude a tu médico para que valore el estado de tu suelo pélvico. Él te indicará cuál es la mejor forma para recuperar tu tono y también de cuándo y cómo fortalecer tu suelo pélvico si fuera necesario.
Si has dado a luz y sufres escapes de orina, aunque sean leves, es un signo de que tu musculatura está debilitada. Consúltalo para que te indiquen el tratamiento más adecuado, como ejercicios de fortalecimiento.
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Fuente: Dra. Carolina Walker