Cómo identificar una relación tóxica y liberarte de ella

La clave es darse cuenta de que ese camino nunca tiene un final feliz y hay que intentar ponerle solución, antes de que sea demasiado tarde. Lo más importante es que te des cuenta de que estar tranquila (o feliz) es mucho más importante que no estar sola. Te contamos qué tipo de comportamientos alimentan una relación tóxica y cómo abordarlos:

Tu pareja se ha vuelto apática

Cierto pasotismo puede llegar a ser muy tóxico. Notas que tu pareja está desconectada de ti, que ni siente ni padece. Esto puede ser una señal de que está comenzando a tirar la toalla. Ha dejado de sentir las mismas emociones que cuando comenzó la relación.

Qué hacer: Intenta reparar la relación, hablad con valentía sobre lo que está ocurriendo. Ayuda a tu pareja a sentirse emocionalmente segura contigo. Preguntar “¿estás bien?” no suele ser la mejor idea. Mejor un “te noto desconectado y distante últimamente, ¿en qué has estado pensando?”. Ayuda a tu pareja a volver a sentirse emocionalmente segura contigo. Reconecta.

Tu pareja es controladora

Es una de las peores relaciones que hay. Las personas controladoras sienten la necesidad de estar a cargo de todo y se convierten en manipuladores. Si necesitas pedir permiso para todo (ropa, relaciones con otros, etc.), a la postre anulará tu intimidad y conexión.

Qué hacer: El comportamiento controlador suele conllevar una mezcla de sentimientos como la ansiedad, celos e inseguridad. Si tu pareja reconoce que este comportamiento es inapropiado y que debe volver a respetarte, es que hay esperanza de recuperar la relación. No admitas excusas del tipo “solo busco lo mejor para ti”. Los expertos advierten la necesidad de que reconozcan que están equivocados para, a partir de ahí, reconstruir. Si no es así, no des más oportunidades. Aléjate en cuanto puedas.

Tu pareja te avergüenza

A menudo se suele pasar por alto, pero el comienzo de una relación tóxica surge cuando tu pareja te avergüenza, y eso te hace sentir como una persona horrible. O, al contrario: ella comienza a criticar en demasía tu carácter o cualquier cosa tuya.

Qué hacer: Las personas que avergüenzan a los demás realmente lo hacen para sentirse mejor consigo mismas. Puede ser un problema de ego. Si te sientes herida por los comentarios que hace tu pareja, es importante reevaluar si vale la pena permanecer en esta relación. Expresa lo dolida que estás. Si no entiende cómo te está afectando ese comportamiento tóxico, entonces probablemente lo mejor sea distanciarte.

Tu pareja es pasiva-agresiva

Tras ver signos de distanciamiento, le preguntas a tu pareja y ella solo te dice: “Estoy bien”, y luego siguen largos silencios para volver a la frialdad. El comportamiento agresivo-pasivo se muestra a través de la procrastinación, la resistencia, el sabotaje o la comunicación no verbal. Solo oyes expresiones de desprecio e ira hacia ti.

Qué hacer: Este tipo de personas tienen problemas para comunicar claramente sus sentimientos y a menudo esperan que les leas la mente. Tienen miedo a decepcionar a los demás y temen que les abandones si te dicen que no a cualquier cosa. La clave es ayudar a que se sientan lo suficientemente seguros contigo para que sean honestos sobre cómo se sienten realmente o lo que quieren hacer. Sé comprensiva, genera más intimidad y sinceridad. Valora su opinión cuando sea honesta, aunque no estés de acuerdo.

Tu pareja es rencorosa

Las personas que mencionan continuamente problemas del pasado que ya resolvisteis generalmente indican que aún no los han superado. Nunca te han perdonado de verdad.

Qué hacer: Si notas que tu pareja saca a relucir problemas pasados que creías que ya estaban resueltos, puede que haya llegado el momento de tener una conversación al respecto. Igual es momento de saber por qué una disculpa no fue suficiente. O saber qué podrías hacer para repararlo. Si la expectativa no es razonable, es posible que el rencor no sea solo hacia ti. Según los expertos, el primer paso clave es realmente detectar y comprender los sentimientos de tu pareja a medida que los expresa.

No se respetan tus límites

Cuando te sientes cómodo en una relación, puede ser más fácil para tu pareja tratar de presionarte para que hagas algo que quiere. Cuantas más veces se repita este tipo de situación, más tóxica se volverá la relación. Es señal de que ya no te respetan.

Qué hacer: Sé firme con tus límites. Es tu responsabilidad establecerlos y darlos a conocer. A veces se traspasan porque no los has hecho saber. De lo contrario, terminarás siendo la que más sufre. Si su pareja cruza un límite y lo repite, tendrás que tomar una decisión difícil y medidas para evitar que vuelva a hacerlo. Puede ser tomando un descanso en la relación o interrumpiéndola por completo. No permitas nunca que te destruyan.

Tienes miedo

Si tienes miedo a cómo reaccionará tu pareja ante algo razonable que quieras hacer, es probable que ya estés inmersa en una relación tóxica. Cosas como ocultar mensajes, no salir con otras personas como te gustaría, etc.

Qué hacer: Las relaciones más saludables siempre se construyen sobre una base de confianza, comunicación abierta y sincera y comprensión. Si los celos y la ira están causando comportamientos irracionales, es importante comprender y abordar por qué lo hace. Mantente alerta y anticípate ante la posibilidad de situaciones más peligrosas. Es fundamental hablar con tu pareja sobre cómo te has estado sintiendo. Si todo es por miedo e inseguridad de tu pareja, ayúdala a sentirse lo suficientemente segura como para hablar de esas cosas y expón cómo te hace sentir a ti. Si no sois capaces de recuperar un entorno “seguro”, es probable que no valga la pena invertir en la relación.