Todo el mundo tiene una película lagrimal que cubre y lubrica los ojos. Se trata de una mezcla compleja de agua, aceites y mucosidad. Tus ojos se secan cuando no produces suficientes lágrimas o cuando éstas simplemente no son efectivas. Esto es lo que causa esa sensación tan molesta de tener como tierra en los párpados. También puede provocar escozor, ardor, visión borrosa e irritación.
Menopausia y ojos secos: por qué sucede
A medida que las personas envejecen, la producción de lágrimas disminuye. Tener más de 50 años dispara la posibilidad de tener ojos secos. Y las mujeres posmenopáusicas son particularmente propensas a padecerlos. Las hormonas sexuales, como los andrógenos y los estrógenos, parecen afectar la producción de lágrimas de alguna manera, si bien se desconoce la relación exacta.
Los investigadores solían suponer que los niveles bajos de estrógeno causaban ojos secos en las mujeres posmenopáusicas, pero las nuevas investigaciones se centran en el papel de los andrógenos, hormonas sexuales que tienen tanto los hombres como las mujeres. Para empezar, las mujeres tienen niveles más bajos de andrógenos, y esos niveles disminuyen después de la menopausia. Es posible que estos desempeñen un importante papel en el manejo del delicado equilibrio de la producción de lágrimas.
Factores de riesgo de ojos secos en la menopausia
La transición a la menopausia ocurre gradualmente a lo largo de muchos años. En los años previos a la menopausia (la llamada perimenopausia), muchas mujeres comienzan a experimentar síntomas de cambios hormonales, como sofocos y períodos irregulares; y, también, problemas de ojos secos. Esto implica cosas como, por ejemplo, la disminución de la producción de lágrimas, lágrimas que se secan y evaporan enseguida, lágrimas ineficaces, etc.
Diferentes circunstancias agravan el problema. Por ejemplo, el aire seco del invierno, el viento o actividades al aire libre como esquiar, correr o navegar. También el aire acondicionado, el uso prolongado de lentes de contacto o padecer alergias. Desgraciadamente, hay muchas cosas que no están en tu mano evitar.
El tratamiento para los ojos secos en la menopausia
Muchas mujeres que padecen sequedad ocular en la menopausia se preguntan si la terapia de reemplazo hormonal puede ayudarlas y lo cierto es que, a día de hoy, y según los expertos, la respuesta no está muy clara. Entre los médicos, sigue siendo una fuente de encendido debate.
El estudio transversal más grande hasta la fecha encontró que la terapia a largo plazo aumenta el riesgo y la gravedad de los síntomas del ojo seco. De hecho, los investigadores encontraron que las dosis más grandes se relacionaban con peores síntomas.
Hábitos saludables en la menopausia
Lo más habitual es recurrir a medicamentos sin receta. En la mayoría de los casos, las “lágrimas artificiales” son suficientes para aliviar los síntomas. Pero ayudará muchísimo acompañarlo de ciertos cambios en los hábitos de vida que propicien un mejor cuidado del ojo. Por ejemplo:
- Visita a tu médico. Él o ella es quien mejor te podrá ayudar y te indicará un tratamiento adecuado para tus síntomas.
- Limita el tiempo de exposición a televisión, ordenador o tablet. Si trabajas todo el día frente a una pantalla, tómate tus descansos y cierra los ojos durante unos minutos o parpadea repetidamente durante unos segundos.
- Prueba con un humidificador. Mantener húmedo el aire de tu hogar u oficina puede ayudar.
- Come bien. Una dieta rica en ácidos grasos omega-3 y vitamina A puede estimular la producción saludable de lágrimas.
- Protege tus ojos. Las gafas de sol pueden bloquear el viento y el aire seco.
- Huye del humo o el polen. Pueden hacer que tus síntomas sean más severos, al igual que actividades como andar en bicicleta y navegar.
Y recuerda: la menopausia provoca cambios en todo el cuerpo. Si experimentas ojos secos debido a cambios hormonales, intenta atacar los síntomas y poner remedio. Puede que el problema no se solucione del todo, pero sí podrás aliviarlo notablemente. Hay muchas opciones de tratamiento para el ojo seco que sin duda te van a ayudar a aliviar tus síntomas y devolverte calidad de vida, que al final es de lo que se trata.