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Diviértete con precaución. Cuidado con el VPH

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¿Tienes más de 35 años y eres una mujer sexualmente activa? ¿Qué conoces sobre el virus del papiloma humano (VPH)? ¿Sabes por qué es tan importante para tu salud?


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A partir de cierta edad, muchas mujeres sexualmente activas -sobre todo si mantienen relaciones esporádicas- olvidan o flexibilizan las medidas de protección en sus relaciones sexuales  creyendo que ya no van a quedar embarazadas. Cuidado: el Virus del Papiloma Humano (VPH) sigue siendo muy contagioso y peligroso para la salud femenina. ¿Quieres saber por qué?

Existen alrededor de 40 tipos de Virus del Papiloma Humano que afectan al área genital y anal. En aquellos casos donde la infección se hace persistente, en principio más de 2 años, se puede desarrollar cáncer de cervix. Y desgraciadamente, éste es el segundo cáncer más frecuente en las mujeres a nivel mundial. En España, se detectan unos 2.000 nuevos casos de cáncer de cervix al año.

¿Como se transmite el virus del papiloma humano (VPH)?

Se transmite fácilmente por contacto sexual. La penetración no es imprescindible para adquirir la infección. El contagio puede producirse por contacto piel-piel en la zona genital. Los preservativos, aunque reducen el riesgo, no nos protegen totalmente. Se dice que hasta un 75% de mujeres sexualmente activas, de cualquier edad, está o ha estado expuesta a la infección en algún momento de su vida.

Afortunadamente cuando el virus accede a las células del cuello uterino, existe una respuesta inflamatoria e inmune local que consigue eliminarlo la mayoría de las veces. Sólo cuando la infección se hace persistente y, muchas veces con la ayuda de otros factores, como tabaco, partos con daño en el epitelio cervical, enfermedades crónicas o estrés, que alteran la inmunidad, hay posibilidad de que se produzca una lesión premaligna.

¿Cómo prevenir esta infección?

Como hemos comentado, no es fácil. Este virus tiene gran facilidad para infectar piel y mucosas con el simple contacto directo. Por lo tanto, ¿qué podemos hacer?

1. Vacunarnos: Aunque siempre hemos escuchado que esta vacuna está indicado en niñas de entre 12-14 años que aún no han iniciado sus relaciones sexuales, lo cierto es que es apropiada para toda mujer sexualmente activa, ¡de cualquier edad! Existen dos vacunas comercializadas, bien toleradas y con buen perfil de seguridad. De ellas, la bivalente frente al VPH 16 y 18, responsables del 70% de cánceres de cuello uterino, garantiza inmunidad durante 9 años, por lo que protege de cáncer de cervix en aquellas mujeres no infectadas por estos tipos virales. Tu ginecólogo puede prescribírtela y se administra en tres dosis.

2. Citologías: La vigilancia en la revisión ginecológica periódica, donde mediante la citología se obtienen células del cuello uterino, puede ayudar a detectar la infección del virus. La mayoría de las veces, aunque la citología muestre lesiones leves, acaban resolviéndose solas gracias a nuestro sistema inmune. Por tanto no hay que alarmarse cuando se detecte una anomalía en la citología, generalmente no necesitarán tratamiento, pero ¡sí vigilancia!

Sin embargo, en mujeres de más de 35 años, en las que han quedado persistente la infección, ésta puede transformarse en una lesión de alto grado. En estos casos, tu ginecólogo realizara una toma de células del canal del cuello uterino para su estudio genético y detectar la presencia del ADN del virus en las células, qué tipo o tipos de virales son responsables y qué seguimiento hacer.

¿Y si se detecta VPH en la citología?

Tu ginecólogo te indicará que controles seguir. La colposcopia permite ver la zona, analizarla y extraer una muestra para su biopsia. Si se diagnostica una lesión de alto grado, una conización extirpa el cono del cuello uterino que contenga la lesión, lo que la mayoría de las veces resuelve la lesión.

Recuerda: Por tu salud es aconsejable que solicitar la vacuna y no dejar de realizar tus revisiones ginecológicas siempre, aunque tengas 65 años.

Fuente: Dra. Gema García Gálvez

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