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Vagina hidratada, vagina feliz

Menopausia


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La hidratación vaginal debería ser un must en la rutina de autocuidado pero solemos pasar del tema hasta que la sequedad vaginal de la menopausia entra al chat. Hablemos claro: si te pones crema en la cara, las piernas o las manos, ¿por qué dejas que la zona V se irrite y pique, arriesgándote a una infección? Si todo esto no te convence, atenta: un hidratante vulvar puede hacer que mejoren (y mucho) tus relaciones sexuales.


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Aunque pueda parecer una simple cuestión de incomodidad, cuando aparece la sequedad vaginal de la menopausia la salud íntima de la mujer puede verse comprometida. Resolver las molestias y complicaciones asociadas a esta condición, que aparece cuando comienza el descenso de estrógenos, es urgente (y fácil si sabes cómo). Veamos juntas, una a una, las causas de la falta de hidratación vaginal y sus posibles soluciones, entre las que destaca comprarse a la de ya una buena hidratante vulvar.

Causas y consecuencias de la sequedad vaginal en menopausia

Cuando los niveles de estrógenos disminuyen, poco a poco va bajando también la hidratación vaginal, lo que trae consigo la irritación de la zona y ésta predispone a mayor número de infecciones. En realidad, no hace falta estar en menopausia para que esto pase, y lo sabes: el estrés, los anticonceptivos hormonales o ciertos fármacos pueden provocar sequedad vaginal a cualquier edad.

Dicho esto, uno de los grandes miedos de las mujeres es sufrir la sequedad vaginal en menopausia. Y no es un miedo infundado, a tenor de los datos: Según el VI Estudio de la Menopausia llevado a cabo por el Instituto de la Menopausia en 2024, esta falta de hidratación vaginal afecta casi a un 70% de mujeres y se incrementa según avanza la edad (49% perimenopausia, 67,8% menopausia), por lo que no parece mala idea adelantarse a ella. Ahora bien, el estudio mencionado también muestra que, de esa mayoría de mujeres españolas que declaran experimentar sequedad vaginal en menopausia, casi un tercio no utiliza ningún producto para aliviarla.

Mala idea, si me preguntas, ya que la zona vulvo-vaginal está recubierta por una mucosa fina y muy sensible que, por todo lo ya mencionado, se vuelve más frágil, pierde elasticidad y retiene peor la humedad. Esto puede provocar tirantez, picor, irritación, pequeñas fisuras al roce, ardor y molestias al hacer ejercicio, caminar o mantener relaciones sexuales. No mola.

Claves de la hidratación vaginal

El uso de una hidratante vulvar ayuda a combatir todo lo mencionado y no solo es útil cuando se retira la regla. Díselo a tus amigas, hermanas y conocidas: hidratar la vagina puede hacer que recuperes el bienestar en momentos tan distintos como el postparto, tras algún tratamiento médico que provoque sequedad vaginal, si estás tomando anticonceptivos hormonales y, ¡oh, sorpresa! cuando tienes mucho estrés.

Las cremas que se usan en la zona de la vulva ayudan a recuperar la humedad natural y mantienen la zona flexible, suave y protegida frente a irritaciones y posibles infecciones derivadas. Es importante usarlas de manera regular desde las primeras veces que se note la sequedad. ¿Y por qué integrarlas en la rutina? Por estas tres claves:

1. Mantiene la barrera de defensa cutánea en buen estado

Cuando la piel está seca se pueden crear microfisuras que es como abrir la puerta a agentes irritantes o gérmenes. La hidratación hace la piel más resistente también al sudor, el roce, etc.

2. Ayuda a mantener un pH vaginal equilibrado

La flora vaginal necesita un entorno ligeramente ácido para estar sana. Si la zona está seca o irritada, ese equilibrio se altera. Una hidratante vulvar bien formulada no lo permite.

3. Mejora el bienestar sexual

Cuando hay sequedad, el tejido vaginal pierde capacidad de lubricación natural. Esto puede hacer que las relaciones íntimas resulten molestas, incluso dolorosas. Corre a la farmacia.

Cómo limpiar e hidratar la zona V

Aunque se usen indistintamente, las palabras vulva y vagina se refieren a dos zonas distintas de la anatomía de la mujer (y cada una requiere sus propios cuidados). La vulva es la parte externa del aparato genital y se debe lavar al menos una vez al día con agua y un jabón específicamente formulado para respetar la flora microbiana y el pH ácido. Por su parte, la vagina forma parte de los órganos genitales internos. Es el conducto que conecta la vulva al cuello uterino y al útero y es importante saber que se auto-limpia, no hay necesidad de poner en ella jabón ni realizar duchas vaginales.

Conviene mencionar que quienes usen compresas para la incontinencia y noten sequedad vaginal de la menopausia deben elegir entre las que sean aptas para piel sensible (transpirabilidad, sin fragancia, con zonas de absorción que alejan la humedad) y recordar ciertas pautas: cambiarla con regularidad, mantener la zona limpia y usar ropa interior de algodón.

En cuanto a la hidratación vaginal, en el mercado existen cremas, geles, incluso aceites de aplicación externa, interna (o ambas) para tratar la sequedad vaginal, reducir el picor y mejorar la elasticidad de la mucosa. Genéricamente se conocen como “hidratante vulvar” y funcionan porque crean una delicada película protectora y dejan una sensación de comodidad que hace la vida más agradable. Además de evitar picores e irritaciones, nos hace menos dependientes de los lubricantes para el sexo. ¿Necesitas más motivos?

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