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¿Preparada para la “nueva” vida social?

#ReactivaTuVida con TENA Mujer


Mujer con mascarilla en la playa
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Tras el confinamiento, muchas reglas del juego han cambiado. Te damos una serie de consejos para que vuelvas a la normalidad tranquila y con la seguridad de que estás haciendo las cosas bien.


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Ha sido una larga cuarentena… Ahora, más que nunca, sentimos la necesidad de volver a salir y encontrarnos con todos aquellos que queremos. También de disfrutar de las compras. O de planificar nuestras vacaciones en un destino de playa. Pero, ¿cuáles deben ser las condiciones y qué seguridad encontraremos?

La ecuación es bien sencilla: el riesgo de transmisión depende de tiempo, espacio, personas y lugar. A continuación te proponemos varias situaciones frecuentes que te puedes encontrar y varios consejos para adaptarte a la nueva vida social.

1. Una reunión al aire libre: cuestión de responsabilidad

Puestos a elegir, siempre es mejor el aire libre que el interior. Y cuantas menos personas, mejor. Reunirse en un área espaciosa al aire libre con un pequeño grupo no tiene demasiados riesgos. Lo más importante es la responsabilidad de cada uno, tener la certeza de que estamos sanos. Eso sí, recuerda que la comida en sí misma no es un riesgo, pero sí podría serlo tocar platos o utensilios compartidos.

2. Comer en el interior de un restaurante: elige bien

Ahora mismo es una de las actividades de mayor riesgo. Primero, porque el tiempo de exposición es más largo, pues no gusta ir a comer o cenar con prisas. Y hablar, claro está, podría conducir a una cierta liberación del virus.

Es fundamental elegir bien el restaurante, tener la certeza de que ha extremado las medidas de precaución. Deben reducir y espaciar los asientos, requerir que los camareros usen máscaras y ofrecer un fácil acceso al lavado de manos. Siempre que sea posible, lo mejor es estar en la terraza del restaurante.

3. Playa o piscina: ¡sin miedos!

Siempre y cuando puedas mantenerte distanciado socialmente, estar en la playa o la piscina es una de las actividades más seguras que podemos realizar.

El agua en sí no es un riesgo. Más bien al contrario: un gran volumen de agua diluye el virus. Eso sí, cuidado con las multitudes en los puntos de entrada y baños. Mantén siempre la distancia social. Acude temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando la afluencia es más baja.

4. Bodas y celebraciones: atención a las distracciones

Cuando hay multitudes y cierto barullo, tendemos a distraernos y olvidarnos de cosas. A medida que las personas celebran y beben, no parece sencillo el distanciamiento social, ¿verdad?

El peligro varía mucho según el tamaño de la reunión y la proximidad de la gente. Si estás pensando en las invitaciones, procura ser cuidadosa y restrictiva en la selección de invitados. Especialmente con las personas más mayores.

5. Usar los baños: ante todo, mucha higiene

Utilizar baños de lugares públicos no debería tener mayor riesgo. El secreto está en asegurarnos de que cumplen las mayores condiciones de higiene y, por supuesto, no compartirlo. Y sin son grandes, mantener la distancia social. Elige baños que veas limpios y con abundantes toallas de papel, jabón y papel higiénico.

6. Ir a una casa de vacaciones con otra familia: con tranquilidad

Alquilar una casa rural o un apartamento con otra familia es una de las estrellas del verano. No hay mayor riesgo si ambas familias han estado en cuarentena y han limitado su exposición a los demás.

Lo mejor es que la casa esté en un entorno natural, aislada de otras. Una casa rural de alquiler íntegro, por ejemplo. Si quieres extremar las precauciones, limpia las superficies principales de la casa a la llegada.

7. Alojarse en un hotel: pierde el miedo

Si sabes elegir, no debes tener miedo a estar en un hotel. Lo que sí debes hacer es limitar tu tiempo en áreas comunes como lobby, gimnasio, restaurante o ascensor, donde el riesgo de exposición es mayor.

Y si lo deseas, lleva contigo toallitas desinfectantes para, por ejemplo, limpiar el mando de la tele y superficies comunes. Ah, y nunca está de más preguntar sobre las políticas de limpieza del hotel, ya que muchos tienen nuevos protocolos COVID-19.

8. Cortarse el pelo: mucho cuidado

Ir a una peluquería implica contacto cercano y respiración durante varios minutos. Y esto ya sabemos que es la principal forma de transmisión. Es vital que peluquero y cliente usen mascarillas. Y recuerda: no es momento ni lugar para conversaciones.

9. Salir de compras: el peligro está en ti

El volumen de exposición es directamente proporcional al riesgo de contagio y ya sabemos lo que es un centro comercial. Procura elegir horas de menos afluencia. Y acude con un propósito, no por el simple placer de “ir a mirar”. Lo mejor: informarte sobre algo que quieras, acudir y llevártelo.

10. Discotecas y vida nocturna: alto riesgo

Es una de las actividades más peligrosas por muchos motivos que ya sabemos. Afluencia, dificultad de distanciamiento social… Y si a eso le añades un poco de alcohol y las distracciones que ello conlleva, el cóctel puede ser explosivo. Pero también se puede hacer bien: lleva mascarilla todo el tiempo que puedas, elige los lugares más espaciosos e intenta limitar la exposición a desconocidos.

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