Di adiós al pesimismo

Todos llevamos dentro una pesimista que a veces nos habla y nos juega malas pasadas….Quién no se ha encontrado pensado “esto es lo peor que podía sucederme”, “ha sido una metedura de pata insalvable”, “eres un desastre”, “nunca aprenderás”…  El pensamiento dramático y catastrófico se cuela en nuestro día a día sin que nos demos cuenta. Esto nos pasa a todas. El problema aparece cuando no somos conscientes de ello, le damos demasiado espacio y nos creemos lo que nos dice.

Si no te das cuenta ni aprendes a manejarlo, este pensamiento pesimista puede sabotear tu autoestima y los planes y proyectos que te planteas.

¿Qué puedes hacer con estos pensamientos negativos?

 – Detéctalos: si no sabes que están ahí sólo sentirás emociones desagradables pero no sabrás de dónde vienen y cómo cambiarlas.

 – Cambia la forma de hablarte a ti misma: a lo mejor esto que te ha sucedido es “malo” pero no es “terrible”, ni “ lo peor”, ni “espantoso”….

 – Baja el ritmo: las prisas hacen que un error al comienzo del día se convierta en un día para olvidar, un “mal empezamos”, “lo que mal empieza mal acaba….” y sin darnos cuenta ya estamos condicionando lo que será el resto de nuestra jornada.

 – No presupongas lo que va a suceder: “ seguro que esto sale mal”. Aún no tenemos la bola mágica de cristal que nos diga el futuro. Con estos ánimos seguro que no puedes dar el 100% para que salga bien.

– Elimina palabras y frases hechas que bajan tu ánimo y tu autoestima. Encuentra esas expresiones que se han convertido en “muletillas” negativas: “qué mal”, “otra vez”, “así no puedo…” y descártalas.

– Las palabras y expresiones dramáticas o catastróficas van seguidas de emociones negativas. Cambiarlas ayudará a que te sientas mejor.

¡Ponlo en práctica, seguro que aprecias cómo tu estado de ánimo mejora y tu mente está más despejada!

Fuente: Alicia Jiménez