La distribución de los nervios en las vísceras pélvicas (útero, ovarios, vejiga urinaria y recto) es común, y lo que parece un dolor de ovarios coloquialmente hablando puede estar motivado por otra causa. Por lo tanto, si además tienes otros síntomas de tipo urinario o digestivo, es importante que se lo digas al médico para que lo tenga en cuenta.
Causas y síntomas
No obstante, si aparece un dolor pélvico continuo o intermitente, que persiste en el tiempo, debes consultarlo sí o sí con el ginecólogo para que realice una exploración y las pruebas necesarias.
Ten en cuenta que, si estás en la menopausia (se considera que estás en la menopausia cuando has pasado 12 meses seguidos sin la regla), los ovarios difícilmente pueden doler, dado que son ya glándulas inactivas.
¿Qué puede causar este “dolor de ovarios”? Entre las causas más relacionadas con los ovarios propiamente dichos podemos enumerar:
Congestión venosa pélvica
Las varicosidades o las venas dilatadas en torno a los ovarios por insuficiencia venosa pueden ocasionar molestias pélvicas crónicas, sobre todo tras largo tiempo de pie o tras haber mantenido relaciones sexuales (dispareunia profunda o postcoital).
Tu ginecólogo te hará una ecografía transvaginal y, si considera que puedes tener una congestión venosa, te derivará a un cirujano vascular.
Cáncer de ovario
Es el tercer tumor ginecológico más frecuente y aparece habitualmente en la menopausia, sobre todo en mujeres sin hijos y con sobrepeso. Junto al dolor o molestias pélvicas puede aparecer sensación de hinchazón abdominal o molestias digestivas. La ecografía transvaginal, una vez más, tiene una precisión diagnóstica muy alta y la cirugía con extirpación completa de la enfermedad visible es necesaria.
Adherencias
Si existen cirugías previas o algún proceso infeccioso como la llamada enfermedad inflamatoria pélvica (infección del aparato genital interno: trompa y ovarios), puede darse hasta en un 30% de las mujeres como secuela a largo plazo una variedad de molestias recurrentes.
Recuerda: ante cualquier duda o anomalía, acude a la consulta del ginecólogo. Cualquier patología es más fácil de atajar cuando está en sus fases tempranas.