Intuitivamente, este método de dar a luz podría tener cierto sentido armónico. Sin embargo, es esencial explorar las ventajas e inconvenientes de un parto en el agua. Quizá no todo sea tan bonito ¿O sí? Afortunadamente, existe una cantidad razonable de investigación para ayudarte a tomar una decisión más segura y basada en la evidencia.
Ventajas de un parto en el agua para la mamá
Uno de los aspectos positivos más sustanciales del parto en el agua es que ayuda a tener una experiencia de parto más enriquecedora y satisfactoria. Una revisión de 2014 ya analizó todos los resultados de 38 estudios de todo el mundo y destacó que dar a luz en el agua aumenta la satisfacción de las madres con su experiencia de parto. De manera similar, las mujeres en un estudio sueco de 2019 sintieron que tenían más control durante el acto de empujar, en comparación con las mujeres que tuvieron un parto sin agua.
Al pensar en una “buena” experiencia de parto, inmediatamente surge la asociación a un aspecto fundamental del proceso: el dolor. En los estudios referidos, las mujeres que tuvieron un parto en el agua manifestaron un nivel más bajo de dolor. Es uno de los motivos principales de elección de este método de parto. Y totalmente comprensible.
Las mamás que han tenido buenas experiencias con el parto bajo el agua destacan la reducción del estrés y la ansiedad típicos del acto de dar a luz, lo que a su vez disminuye su percepción del dolor y les da confianza en su capacidad para completar un proceso satisfactorio. Además, el propio entorno ayuda a soportar el peso y facilita mantenerse erguida, ayudando a que la pelvis se abra para que el bebé pueda salir. El agua también hace que sea más fácil cambiar de posición para ayudarte a sobrellevar las contracciones.
Y aparece otro aspecto fundamental: el hecho de que dar a luz en agua pueda facilitar un trabajo de parto más corto. O reducir la posibilidad de desgarros o episiotomía (un corte para reducir el desgarro alrededor de la vagina). Pero hasta el momento, estos posibles beneficios no cuentan con estudios consistentes que los sustenten.
Inconvenientes del parto en el agua
Junto a ventajas de la inmersión en agua para el parto, también existen algunas desventajas potenciales y aspectos prácticos en los que debes pensar si te has planteado esta posibilidad. El primero es prepararse para emergencias. En el caso improbable de una situación en la que se necesite cambiar al ‘plan B’, un parto “normal”, necesitarás una forma de salir del agua rápidamente. No obstante, los centros que ofrecen partos en el agua suelen contar con un plan sólido para ayudar a una mujer a salir del agua en caso de emergencia.
También deberás averiguar en qué centro puedes acceder al parto en agua o quién está cualificado para apoyar el parto de manera segura. Además, hay condicionantes que desaconsejan este método: si estás esperando mellizos o trillizos, que sea un parto prematuro, una difícil posición del bebé en el interior de la madre, posibilidad de infecciones, etc. Busca siempre el consejo de un profesional.
Beneficios de un parto en el agua para el bebé
La mayoría de las investigaciones indican que el parto en el agua es tan seguro como dar a luz de la forma tradicional para mujeres sanas con embarazos directos de bajo riesgo. En cuanto al parto en sí, muchos expertos creen que nacer en agua tibia facilita la transición de tu bebé al mundo exterior.
Varias revisiones de una gran cantidad de estudios han tratado de determinar si los partos en el agua presentan más o menos riesgos para los bebés. Los estudios no han mostrado ninguna ventaja o desventaja particular del parto en el agua para el pequeño en comparación con los partos convencionales, y muchas veces la elección tiene que ver con la “confianza” con la que la madre elige ese método para dar a luz. Llegan convencidas y seguras al parto, y eso les otorga una tranquilidad muy valiosa para un momento tan crucial de su vida.
En general, los resultados para los bebés son los mismos en los nacimientos con inmersión en agua y sin agua. Sin embargo, aún no existe suficiente investigación sobre las ventajas e inconvenientes que puedan surgir durante un parto en el agua. La conclusión es que, si deseas un parto bajo el agua, busca un experto –siempre es fundamental acudir a su opinión- para garantizar la seguridad y eficiencia… ¿por qué no?